Si hay un objetivo que reúne a los cinco principales países miembros del algo dispar club BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), reunidos esta semana en la cumbre de Johannesburgo, es reducir su dependencia de Estados Unidos. dólar. El club de los cinco grandes países emergentes, a cuya puerta llaman Arabia Saudita y, entre otros, Argelia, ya ha dado sus primeros pasos en la “desdolarización”.

En 2015 creó su propio banco, el New Development Bank (NDB). Objetivo declarado: ofrecer una alternativa a las instituciones de Bretton Woods, el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el Banco Mundial, en manos de los occidentales. El establecimiento, con sede en Shanghai, está presidido actualmente por Dilma Rousseff, ex presidenta de Brasil. «Esperamos prestar entre 8.000 y 10.000 millones de dólares», dijo al Financial Times el día antes de la cumbre de Johannesburgo. Nuestro objetivo es que el 30% de nuestros préstamos estén denominados en monedas locales”.

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En otras palabras, los créditos concedidos a Sudáfrica serán en parte en rands y los a la India en rupias. China, por su parte, presiona para multiplicar los préstamos en su moneda, el yuan, que pretende internacionalizar. “Las monedas locales no son una alternativa al dólar, sostiene Dilma Rousseff, son una alternativa a un (…) sistema unipolar (…) que será reemplazado por un sistema más multipolar. El BND también afirma no condicionar sus préstamos a reformas económicas destinadas a restaurar las finanzas públicas, que a menudo son impopulares, como lo hace el FMI.

El paso de un mundo dominado por el dólar desde el período de posguerra a un mundo financiero multipolar no se producirá con el movimiento de una varita mágica, ni tampoco con voluntad política únicamente. Un exportador brasileño que paga en yuanes tiene más dificultades para convertir moneda china en reales que dólares en reales, advierten en una nota Mark Williams y Shilan Shah, de la empresa Capital Economics.

Baste decir que la idea de una moneda común de los Brics parece aún más utópica. Sin embargo, se menciona. El presidente brasileño Lula lo respaldó recientemente, informa Capital Economics. En cuanto a Vladimir Putin y su Ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, ellos también se han convertido en sus defensores. Nada sorprendente. Rusia es objeto de sanciones occidentales que la separan en parte de los circuitos financieros en dólares. Sin embargo, la moneda común no figura en el orden del día de la cumbre, asegura la presidencia sudafricana de los BRICS.

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También se analiza una variante que puede parecer más realista. Para este club de los Cinco, se trataría de crear una cesta de monedas, como hizo el FMI con sus DEG (derechos especiales de giro). Pero la diferencia en los ciclos económicos y las diferencias políticas entre algunos de los BRICS, en particular China e India, también hacen que este camino sea peligroso.