La Dirección General de Aviación Civil ha pedido a las compañías aéreas que renuncien el domingo al 33 % de sus vuelos en el aeropuerto de París-Orly, y al 20 % el lunes, debido a la huelga de los controladores aéreos contra la reforma de las pensiones. Estas cancelaciones preventivas afectarán también el domingo al 20% de los vuelos a Lyon-Saint-Exupéry y Marsella-Provenza. En este último aeropuerto, las empresas también tendrán que cancelar el 20% de su programa el lunes. Para igualar el volumen de vuelos y la cantidad de controladores de tránsito aéreo en su puesto y evitar una interrupción aún mayor, la DGAC ya había requerido a las aerolíneas que renunciaran al 30 % de sus vuelos en Orly el viernes y luego al 15 % el sábado.

Además, se cancelará uno de cada cinco vuelos en Marsella-Provenza, Burdeos-Mérignac y Lyon-Saint-Exupéry, tanto el viernes como el sábado. Estos paros laborales tienen repercusiones en todo el tráfico europeo. La mayoría de los principales aeropuertos franceses están experimentando demoras relativamente contenidas, menos de media hora saliendo o llegando el viernes, según el panel en línea de la DGAC.

Excepciones: retrasos de casi 50 minutos saliendo de Toulouse-Blagnac y de tres cuartos de hora llegando a Burdeos y Basilea-Mulhouse. Los «retrasos significativos» también afectan a los aviones que transitan por las áreas cubiertas por los CRNA de Reims y Marsella, señaló por su parte el organismo paneuropeo de seguimiento del tráfico aéreo, Eurocontrol.