“Cielos despejados y soleados”. Las temperaturas parisinas en los últimos días finalmente han regresado a los promedios estacionales. Sin embargo, un nuevo indicador meteorológico amenaza con afectar el buen humor de los citadinos: el de la contaminación plástica medida en la capital. Las duchas de plástico que se esperan este viernes en París deberían alcanzar hasta los 40 kg, según el «plastic weather» elaborado por la fundación australiana Minderoo. La iniciativa, la primera en Francia, fue inaugurada el jueves por el Ministerio de Ecología Christophe Béchu y la periodista Chloé Nabédian, ex presentadora meteorológica. Los pronósticos semanales de contaminación plástica están disponibles y accesibles para todos a través del sitio web Plasticforecast.com.

Aunque Minderoo no mide el plástico que flota en la atmósfera en tiempo real, el boletín que publica la fundación goza de una sólida credibilidad científica. Minderoo se basa en investigaciones y encuestas realizadas en París desde 2015. Este trabajo ha demostrado que la cantidad de plástico recogido aumenta considerablemente cuando llueve, porque la humedad capta y agrega las partículas. Científicos australianos extrapolan así, según el clima, un nivel de “lluvia plástica” que fluctúa entre 40 y 420 kilos por día en París.

La fundación espera que esta operación genere conciencia entre ciudadanos y líderes, mientras que el lunes se llevarán a cabo en París las negociaciones para un futuro tratado internacional sobre la contaminación por plásticos. Como sospechábamos, estos torrentes de plásticos no están exentos de riesgos para nuestra salud y la de los animales. “La contaminación plástica es un gran problema para el que no se han encontrado soluciones hasta la fecha, lamenta Stephen Gaisford, responsable de comunicación de Minderoo. Las partículas se degradan en el medio ambiente, luego van a parar a nuestro cuerpo, o al de los animales, causando graves daños”.

El impacto deletéreo de los plásticos en el ecosistema y en la salud está corroborado por numerosas publicaciones científicas. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los desechos plásticos matan a más de un millón de aves marinas y 100 000 mamíferos marinos cada año. Los microplásticos, resultantes de la descomposición de los residuos, pero también emitidos por todos los materiales que incorporan plástico (pinturas, textiles, neumáticos), son los más formidables.

Según un estudio publicado a finales de marzo en la revista Nature Ecology

A pesar de estos graves riesgos, la opinión pública aún es muy poco consciente del peligro del plástico, el juez Stephan Gaisford. “La gente no se siente muy preocupada, porque si el plástico está presente en todas partes, a menudo es de forma invisible, como en el agua o la atmósfera”, dice. La contaminación plástica también está “ausente de los informes meteorológicos clásicos”, subraya Chloé Nabédian, cuando los niveles de partículas finas o de ozono han estado allí durante mucho tiempo.

Así, para captar la atención de los parisinos, Minderoo ha hecho todo lo posible: conferencia en la Academia del Clima, campaña en redes sociales, carteles publicitarios en los metros… «Queremos que el indicador de contaminación por plásticos sea tan preocupante como el clásico subterraneo. Que la gente se pregunte, al salir, cuánto plástico está lloviendo, como uno se pregunta si hay sol”, explica el representante de Minderoo.

Queda por convencer a los diplomáticos internacionales. El año pasado, bajo la égida de las Naciones Unidas, 175 países adoptaron una resolución histórica para concluir un tratado legalmente vinculante contra la contaminación plástica. ¿La segunda ronda de negociaciones, prevista del 29 de mayo al 2 de junio, conducirá a un consenso? En el sitio de Plasticforecast, una opción titulada «cambiar los pronósticos» abre en cualquier caso la posibilidad de firmar una carta abierta dirigida a los negociadores. Según la OCDE, en ausencia de medidas, la producción anual de plásticos podría triplicarse para 2060. Entonces alcanzaría los 1.200 millones de toneladas.