«En la niebla». El estudio 2024 del Observatorio Cetelem, publicado el martes, muestra que los automovilistas franceses, pero no sólo eso, tienen poco conocimiento de la normativa y del futuro del automóvil. Por ejemplo, si la UE aprobó el pasado mes de marzo el fin de la venta de coches térmicos a partir de 2035, sólo uno de cada dos franceses (53%) es consciente de la existencia de esta futura prohibición. Una proporción relativamente baja, pero que, sin embargo, sigue siendo superior a la del extranjero. En promedio, en los 16 países del mundo estudiados (Austria, Bélgica, China, Francia, Alemania, Italia, Japón, México, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, España, Reino Unido, Turquía y Estados Unidos), el 49% dicen estar al tanto de tales regulaciones.

«Los países europeos, donde el lobby de los fabricantes ha sido intenso para contrarrestar estas normas, concentran el mayor número de automovilistas conscientes de estas medidas», especifica el Observatorio Cetelem. Los franceses siguen estando peor informados que los alemanes (66%), los británicos (62%) o los españoles (62%).

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Asimismo, en las zonas de bajas emisiones (ZFE), estas áreas urbanas donde el acceso está limitado a los vehículos menos contaminantes, el nivel de información también sigue siendo irregular. Si el 77% de los franceses conocen su existencia, sólo el 48% sabe exactamente de qué se trata. Francia, sin embargo, sigue en lo más alto del ranking mundial. El Observatorio Cetelem señala, de hecho, que “la mayoría de los países europeos, especialmente aquellos donde existen ZFE, se caracterizan por tener el mayor número de automovilistas que son precisamente conscientes de su existencia. Este es particularmente el caso de Alemania, Bélgica, Italia y Francia, con puntuaciones del 50% o casi.

En Francia, 11 metrópolis han creado hasta ahora una zona de bajas emisiones, entre ellas París, Lyon, Marsella y Estrasburgo. Pero sólo seis de cada diez franceses (59%) saben que estas ZFE están efectivamente presentes en Francia. “Las puntuaciones más altas se encuentran en Alemania, Bélgica, el Reino Unido y también Francia, países que han creado ZFI o están considerando su despliegue”, especifica el Observatorio.

A esta «niebla», como la denomina el estudio, se suma la «duda arrojada sobre el coche eléctrico» por el aumento de los precios de la electricidad tras la guerra en Ucrania, explicó a la AFP el director del Observatorio, Flavien Neuvy. «La gente se pregunta si es realmente una buena idea», afirma, mientras que cambiar a la electricidad es necesario para limitar el calentamiento global. Así, como resume el Observatorio Cetelem, este estudio “muestra en cualquier caso que los automovilistas están expectantes en muchos aspectos, hasta el punto de mostrar recelo y escepticismo” ante el coche eléctrico.