Están hartos y quieren que se sepa. Exasperados por la contaminación acústica nocturna, vecinos del aeropuerto de París-Orly denuncian el “escándalo medioambiental” del incumplimiento del toque de queda de las aerolíneas. Porque desde 1968, París-Orly está bajo toque de queda entre las 23:30 y las 6:00 horas.

“Durante el mes de junio, observamos 18 movimientos después de las 23:30 horas en el aeropuerto de Orly”, denuncia en un comunicado de prensa publicado esta semana por la asociación DRAPO (Défense Riverains Aéroport Paris-Orly). Según la asociación, estos movimientos tardíos “se deben principalmente a la sobreventa de slots por parte de determinadas aerolíneas”, lo que provoca retrasos. “Este mal manejo vuelve a desacatar la salud pública de los vecinos desbordados”, agrega.

Luc Offenstein, vicepresidente de la red DRAPO y presidente de otra asociación para la lucha contra la contaminación del aire, OYE 349, contó su día a día a France Bleu el pasado mes de mayo: “Nos quedamos dormidos después del último avión que pasa. El problema es que si tratamos de dormir sobre las 23:30, y en el último momento llega un avión con un estallido de ruido porque es tarde, nos despierta. Tiene un gran impacto en la salud. Según varios estudios realizados, es hasta 6 meses-un año de vida perdidos en buen estado de salud.

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Para poner fin a estas infracciones, la asociación DRAPO pide que se limite el número de rotaciones diarias de un avión determinado, pero también que se deje de conceder un turno de aterrizaje después de las 22.00 horas de la noche a las compañías de bajo coste, las acusado principal. Es decir, una ampliación del toque de queda de 22:00 a 06:00 para estas empresas. Finalmente, exige que sean sancionados en caso de incumplimiento de estos principios.

Esto ya es así en teoría, con multas de hasta 40.000 euros por vuelo. El pasado mes de febrero, la Autoridad de Control de Molestias Aeroportuarias (ACNUSA) se hizo eco de las quejas de los vecinos de Orly, al considerar necesario «regular el número de salidas en la primera hora tras el levantamiento del toque de queda así como el número de llegadas en la hora anterior». el inicio de un toque de queda» en los aeropuertos en los que existe dicho sistema. Ya sea en el aeropuerto de París-Orly, pero también en los aeropuertos de Basilea-Mulhouse, Beauvais-Tillé, París-Le Bourget y Nantes-Atlantique. En este último, donde rige un toque de queda desde abril de 2022, ACNUSA acertó hace unos días a señalar con el dedo a determinadas empresas que no querían hacer el juego, negándose incluso a pagar las multas pronunciadas.