La ira campesina que encendió a Francia a principios de 2024 apenas ha terminado, los sectores ganaderos franceses podrían ver una vez más aumentar sus limitaciones medioambientales. El martes, los eurodiputados dieron luz verde a la nueva directiva sobre emisiones industriales (DEI), ampliando el alcance de la directiva de 2010 que regula los vertidos contaminantes en la industria y la agricultura. Según la versión validada el martes, que aún debe recibir la luz verde final de los 27 Estados miembros, las estrictas normas de este texto se aplicarán a las instalaciones industriales de mayor tamaño y, en particular, a las explotaciones avícolas y porcinas, quedando exentas las explotaciones ganaderas.
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Así, el texto prevé que a partir de 2030 el umbral para las explotaciones afectadas se reducirá a 350 unidades ganaderas grandes (UGG) para los criadores de cerdos, o aproximadamente mil cerdos o 120 cerdas, y a 300 UGM para las explotaciones avícolas (unas 20.000 gallinas). , frente al doble que actualmente.
Los sectores agrícolas afectados, en particular los franceses, llevan varios años protestando contra esta medida que consideran, junto con otras, muy desfavorable para su competitividad. En Francia, tras la movilización campesina de las últimas semanas, exigieron que el ejecutivo llevara a Bruselas su petición de alivio de la camisa de fuerza administrativa y financiera. Subrayaron así que las medidas necesarias para cumplir dichas normas serían demasiado costosas, lo que alentaría a los criadores afectados a abandonar la profesión. Una nueva amenaza: unos 20.000 agricultores franceses se jubilan cada año, mientras que sólo 14.000 toman el relevo.