El período reciente, cuando algunas empresas se resistían a que sus empleados teletrabajaran fuera de su lugar de residencia habitual, parece haber terminado. ¡Algunos incluso tienen ideas originales para que sus empleados puedan trabajar a distancia, en lugares de ensueño! Grâce au partenariat entre la municipalité de Venise et Cisco, son employeur, Marie-Morgane Kergrohenn a passé trois mois dans la Cité des doges, au printemps 2022. Quinze autres salariés ont bénéficié du programme Venywhere, destiné à développer un écosystème de télétravailleurs pour redynamiser la ciudad.
“¡Fue una experiencia increíble!”, vuelve a alegrarse, un año después, la joven de 28 años. Allí empezó a aprender italiano, hizo una encuesta en la Serenissima para descubrir su patrimonio cultural y participó en grupos de discusión con asociaciones locales sobre el aumento del nivel del agua, la accesibilidad de la ciudad o incluso la gestión de la limpieza. .
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Al instalarse en espacios habilitados para la operación, como la Universidad Ca’Foscari y la Fundación Venecia, también estrechó lazos con colegas que no conocía. El período, sin embargo, coincidió con una mayor carga de trabajo, debido a la escasez de semiconductores que entonces azotó al sector. “Estar en Venecia nos permitió poner las cosas en perspectiva y recargar nuestras baterías cuando nos conocimos”, asegura Marie-Morgane Kergrohenn.
Los beneficios de trabajar a distancia, en grupo, en sitios exóticos, inspiraron a Niels Rolland a crear Paatch, una plataforma de teletrabajo comunitario, lanzada en el verano de 2022. El joven de 29 años probó su idea durante el primer confinamiento, en 2020 , en un castillo de la Dordoña. Desde entonces, ha dirigido el modelo. En Paatch, ofrece estancias de una semana en pisos compartidos para teletrabajadores, en una veintena de alojamientos asociados, que van desde el chalet en Morzine hasta la casa en Cap Ferret.
Durante la estadía, uno de los teletrabajadores, que no paga su renta, se disfraza de Paatchmaker, o “jefe del pueblo”. Le corresponde a él organizar la semana, ofreciendo actividades (esquí, surf, paseos en bicicleta, etc.), fuera del horario laboral y durante el fin de semana, a los miembros del grupo. La primera noche, se encarga de las compras y de la preparación de la comida. Los días siguientes, las cenas se preparan por turnos, entre dos personas. El importe de las carreras se divide por el número de invitados. Para el almuerzo, todos se las arreglan. “Solo vendemos vivienda. El efecto de grupo nos permite acceder a viviendas muy bonitas”, comenta Niels Rolland.
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En otro estilo, Sylvie Diat, directora de Booster Academy, embarcó a sus tres colaboradores por un día, en Roland-Garros, en mayo de 2022, durante las eliminatorias del torneo parisino de tenis. El equipo también recibía clientes allí y aprovechaba las tardes “para seguir partidos de muy buen nivel”, apunta. Wojo, del que es socia, había montado allí un efímero espacio de coworking. “¡Para una empresa pequeña como la mía, poder aprovechar este evento, tradicionalmente reservado para grupos grandes, fue muy agradable!”