Unir aún más las fuerzas europeas. Este es el llamamiento lanzado este miércoles por Eric Béranger, director general del fabricante de misiles MBDA, al margen de la presentación de los resultados de 2022. El electrochoque provocado por la guerra en Ucrania, que provocó aumentos en los presupuestos de defensa en el viejo continente, también debe, según él, llevar a los estados europeos a cooperar más.
«La propia existencia de MBDA es un activo para Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia y España en un entorno en el que el uso de la violencia estatal se está generalizando cada vez más», asegura Eric Béranger. Y, en un momento en que la guerra en Ucrania “nos empuja a pensar en qué tipo de capacidades necesitaremos en el futuro”. Los nuevos armamentos, como los misiles hipersónicos, las municiones de prowl, los drones, hacen que sea imperativo mejorar la defensa aérea.
Para apoyar a Ucrania, pero también para prepararse para cualquier eventualidad, incluido un conflicto de alta intensidad, la industria de defensa debe organizarse para desarrollarse y producir más y más rápido. “Necesitamos tecnología y masa pero también velocidad, en un contexto de inflación y tensiones en la cadena de suministro”, insiste el consejero delegado de MBDA (que gestiona un ecosistema de 1.600 subcontratistas en Europa).
Esto implica movilizar grandes presupuestos. Sin embargo, alega Eric Béranger, “los estados europeos, que son potencias intermedias, no pueden financiar tal esfuerzo a nivel nacional. MBDA es una herramienta valiosa para la soberanía y la cooperación europea”, aboga. Creado en 2001, el primer misil europeo es por construcción una empresa «cooperativa». De hecho, es el resultado de la fusión entre Matra Bae Dynamics, Aerospatiale Matra Missiles (también resultante de una fusión) y Alenia Marconi Systems. Copropiedad de Airbus (37,5 %), la británica BAE Systems (37,5 %) y la italiana Leonardo (25 %), MBDA «brinda a todas las naciones europeas acceso a una gama completa de sistemas de armas complejos, que operan desde el campo de batalla terrestre (anti- tanque) a la naval, a través del combate aéreo, la defensa tierra-aire, a la disuasión (Nota del editor: misiles ASMPA)», desarrolla Eric Béranger.
Sin cooperación, insiste, Europa no tendría ese armamento al más alto nivel mundial. «Los europeos tendrían que tomar decisiones, comprando ciertas capacidades de potencias extranjeras, y estarían sujetos a restricciones de los países proveedores, en cuanto al uso de estas», añade.
Gracias a la cooperación europea, Francia e Italia pudieron decidir, a principios de febrero, la entrega conjunta de un sistema de defensa tierra-aire de alcance medio SAMP/T, también llamado Mamba, para ayudar a Kiev a combatir contra los ataques de drones, misiles y aviones rusos. Mamba dispara misiles Aster, que también se utilizan en los buques de guerra de la Royal Navy. Este misil antiaéreo de medio alcance también es el resultado de la cooperación entre MBDA y Thales, en el marco de Eurosam, una GIE franco-italiana (agrupación de interés económico). Fue notificado a fines de diciembre de un contrato para la producción de casi 700 Aster.
Otra señal de cooperación aclamada por MBDA, el acuerdo alcanzado en los proyectiles de 155 mm (destinados a ser disparados por sistemas de artillería como el cañón César francés) por los 27 ministros de Defensa de la Unión Europea para movilizar 2.000 millones de euros para Ucrania. O mil millones para animar a los países que todavía tienen existencias de proyectiles a entregarlo rápidamente a Kiev y otros mil millones para realizar pedidos grupales con fabricantes europeos. MBDA también está encantada con el acercamiento diplomático entre París y Londres en el marco de la reciente cumbre franco-británica.
Francia y el Reino Unido han acordado la búsqueda de elementos comunes, en particular para los futuros misiles de crucero antibuque: el FCASW británico y el FMAN/FMC francés y para los misiles de sus futuros aviones de combate. Ello, en el marco del Sistema Franco-Alemán de Combate Aéreo del Futuro (Scaf) al que España está asociada, y del Programa Aéreo de Combate Global (GCAP), en el que participan Gran Bretaña, Italia, Suecia y Japón. “El objetivo es desarrollar los mismos sistemas de misiles para los dos aviones de combate, como el Meteor que equipa al Rafale francés y el Eurofighter”, especifica Eric Béranger.
La cooperación, sin embargo, implica que los países hagan el juego, ordenando los armamentos que financian. Lo cual está lejos de ser el caso. A finales de octubre, Alemania unió a más de 15 países miembros de la OTAN en torno a su iniciativa «European Sky Shield», que tiene como objetivo instalar un escudo antimisiles con sistemas alemanes IRIS-T SLM (fabricados por Diehl Defence) israelí Arrow-3 y Patriota americano. El objetivo de Berlín es poner en común las compras de sistemas de defensa antiaérea… Una iniciativa mal recibida en Francia e Italia. ¡MBDA sí desarrolla sistemas equivalentes! “Estamos trabajando en misiles hipersónicos y capacidades para protegernos contra ellos. Esperamos que la historia no haya terminado”, indica Eric Béranger. Cabe señalar también que Berlín tuvo que esperar durante meses la luz verde de Estados Unidos para comprar el sistema de misiles antibalísticos Arrow 3, que también sería financiado en parte por Washington, por 3.000 millones de dólares.
La cooperación tiene, por tanto, los límites que marcan ciertos países que prefieren ponerse bajo el paraguas americano y que compran a los Estados Unidos, antes que a los fabricantes europeos.
Es en este contexto que MBDA logró un sólido año fiscal 2022, impulsado por pedidos internacionales. La mitad de su facturación (4.200 millones) se logró a través de la exportación. “La guerra de Ucrania no tuvo un vínculo directo con nuestra actividad, ni con nuestra entrada de pedidos, que fue excepcional, 9.000 millones de euros, impulsada por contratos con Emiratos Árabes Unidos, Grecia o incluso Polonia”, especifica el consejero delegado. A finales de 2022, la cartera de pedidos alcanzó un nivel récord de 22.300 millones, es decir, casi 5,5 años de producción. Para ejecutar estos contratos y prepararse para nuevos pedidos, en Francia en particular en el marco de la nueva Ley de Programación Militar (413 mil millones entre 2024-2030), MBDA prevé reclutar 2.000 personas en Europa, después de haber contratado a 1.570 en 2022. .