El taller de diseño inaugurado el jueves por Ikea en el distrito 12 de París esconde tesoros escondidos. Sus 750 m2 de exposición, donde los clientes pueden descubrir la oferta sueca dedicada a baños, cocinas y espacios de almacenamiento, alberga una pequeña sala donde Ikea ha logrado la hazaña de traer casi toda su oferta expuesta habitualmente en sus grandes cajas exteriores azules.
Este cubo de 9 m2, tres de cuyas paredes están cubiertas con pantallas, ofrece a los clientes una experiencia inmersiva. Sin gafas 3D, se cuela en un salón o en un baño diseñado por Ikea, puede cambiar el mobiliario o incluso visualizar en tamaño real una mesa, un sillón o cualquier otro producto del catálogo. «L’objectif est d’offrir de l’inspiration à nos clients, leur permettre de percevoir des produits non disponibles dans ce magasin de façon plus réaliste que sur un écran d’ordinateur», explique Christophe Cadic, le directeur digital d’Ikea en Francia.
Leer tambiénCuando el Sena se convierte en una autopista para los paquetes de Ikea
Para Ikea, ahora ansiosa por abrir tiendas en el centro de las ciudades, el objetivo de esta experiencia es poder presentar toda su oferta en áreas mucho más pequeñas que sus tiendas periféricas habituales. Dentro del grupo sueco, Francia, que quiere seguir desarrollándose en París, es pionera. Fue por su iniciativa que se lanzó este experimento, que pronto se implementará en otro país.