Limpiar minas. Dejemos de lado los discursos que provocan ansiedad y que convertirían los viajes a la región de París durante los Juegos Olímpicos en una pesadilla. El lunes, Valérie Pécresse, presidenta de la región de Île-de-France, quiso dar tranquilidad a cien días del inicio del concurso donde, por primera vez, todos los lugares serán accesibles en transporte público. “Durante los Juegos Olímpicos, vamos a poner en marcha un plan de transporte con una media de un 15% más de metro, RER y trenes, en comparación con un verano clásico. Un tamaño que se adaptará a todos los viajeros. La capacidad de carga se calculó teniendo en cuenta a los residentes de Isla de Francia que trabajan del 1 al 11 de agosto”, afirma.
Hasta el momento, esto no ha tranquilizado a nadie, ni a los residentes que tendrán que acudir a la oficina, ni a los turistas que planean venir para asistir al evento: de hecho, todos se preguntaban si esta oferta se reforzaría cerca de los lugares de competición, dada la afluencia y salida de varias decenas de miles de personas en un período de tiempo muy corto. Por ejemplo, 1.000 personas llegan cada minuto cerca del Estadio de Francia en Saint-Denis los días de competición. Esta vez, Valérie Pécresse, que controla el transporte público en la región de Isla de Francia a través del IDFM (Île-de-France Mobilités), que ella preside, ha puesto los puntos sobre las íes: tres líneas (la 9, la RER A y la RER C ) podrá ofrecer entre un 60% y un 70% más de capacidad. Esto será especialmente útil para viajar al oeste de París, a Roland-Garros o al Parque de los Príncipes. Pero la línea A hacia el este también le permitirá llegar al lugar de Vaires-sur-Marne donde tendrán lugar las pruebas de remo, bajando hasta Bussy-Saint-Georges.
El tráfico aumentará un 23% en otras ocho líneas (RER B, D y E, líneas transiliens N, P, etc.). Así, la línea N tendrá más demanda de lo habitual porque comunica Versalles, donde se desarrollarán las pruebas de salto, y Saint-Quentin-en-Yvelines, donde se celebrará el golf. Para hacer frente a esta carga de trabajo, se está completando la contratación de 300 conductores. Evidentemente, este dispositivo no es garantía contra el hipo. Por ejemplo, determinadas líneas como la C y la B, que se prevé que sean especialmente transitadas, presentan actualmente unos comportamientos de regularidad y puntualidad que dejan mucho que desear. “Cada vez pedimos planes de emergencia para rectificar la situación”, subraya Valérie Pécresse.
En determinados sitios periféricos, el viaje no hará parada en la estación o estación. En Versalles, por ejemplo, las lanzaderas transportarán a 10.000 espectadores por hora. Pero una herramienta permitirá reconciliar a los parisinos que se quedaron durante los Juegos Olímpicos y a los turistas: la aplicación Transporte público París 2024, en colores rosa y violeta, como las señales que indican los lugares de competición. Lanzado en mayo en seis idiomas (francés, inglés, español, etc.), podrá indicarle la mejor ruta para llegar al lugar de su elección en función de la distribución de los curiosos en París. La información – por línea, estación, sección – crucial para los parisinos, que al salir de las oficinas sólo tendrán que consultar la aplicación para tomar la decisión correcta. Abran paso a rutas alternativas: los usuarios habituales deben “eliminar sus sistemas de transporte automático, las rutas que les proponemos son las adecuadas”, según Valérie Pécresse.
Por ejemplo, si la estación Trocadéro está saturada a las 18 horas, la aplicación podría aconsejarle que tome el metro una estación más adelante (en Passy de la línea 6 o en la rue de la Pompe de la 9). Por su parte, a los turistas que vayan a asistir a algún evento se les sugerirá una ruta ideal con tarjetas de acceso a los sitios. Y también podrán reservar su pase París 2024 en su smartphone (16 euros al día para viajar a cualquier lugar de Île-de-France). El billete sencillo se fijó en cuatro euros “para que nadie compre” y así evitar “embolias en las ventanillas”, precisa Valérie Pécresse.
Un debate que no concierne a los residentes de Isla de Francia: al abonarse a Liberté, sólo pagarán 1,73 euros por su billete. Para reconciliar a esta población con los Juegos Olímpicos, Valérie Pécresse juega una última carta. “Gracias a este evento hemos hecho en siete años lo que estamos haciendo actualmente en quince años o incluso décadas”, subraya. Sin los Juegos nunca hubiéramos logrado el objetivo de entregar la ampliación de la línea 14 en junio. » A partir de ahora, el viaje de Orly a Chatelet tardará 25 minutos, frente a los 50 minutos actuales. Los más entusiastas podrán participar en la “maratón para todos” la noche del 10 de agosto entre París y Versalles. Para la ocasión, la línea C del RER permanecerá abierta en su tramo de París.