Cultiva tu huerto de ensaladas y legumbres en el espacio o en la luna con el mínimo de agua e insumos. Es este desafío sin precedentes el que afronta desde hace varios meses la empresa de Saint-Malo Timac Agro, seleccionada por el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) para codesarrollar cultivos eficientes en agua utilizando recursos lunares limitados. Aunque la autonomía alimentaria de los astronautas todavía tardará muchos años, Timac Agro, la filial del grupo bretón Roullier dedicada a la nutrición animal y vegetal, lleva más de sesenta años apoyando a los agricultores frente al cambio climático. En particular, ayudando a las plantas a resistir el estrés hídrico y desarrollando productos fertilizantes para reducir la pérdida de agua de los suelos y los cultivos.
Creada a principios de los años 60, la empresa sigue siendo poco conocida en comparación con gigantes de insumos agrícolas como Bayer o BASF. Pero hoy está firmemente establecido en el campo de más de 40 países de todo el mundo. Con ocho fábricas y 900 empleados en Francia, y filial de un grupo con una facturación de 1.400 millones de euros, el grupo ha desarrollado una cartera de productos basada en dos mecanismos de acción.
El primero ayuda a aumentar la tasa de absorción de agua y nutrientes por las raíces de las plantas. En conjunto, estas tecnologías permiten aumentar la tasa de absorción del 20% al 50% para el fósforo, o del 40% al 75% para el nitrógeno. Su otro gran mecanismo de acción permite estimular la resistencia al agua de las plantas, por ejemplo aumentando la superficie de sus hojas y por tanto la zona de contacto con el agua y los nutrientes.
En total, estos fertilizantes premium reducen las necesidades de agua en una media del 20% al 40%. Un ahorro importante en determinados cultivos como el trigo, que absorbe 600 litros por kilo cultivado. Otros productos, como sus fertilizantes vendidos en forma líquida, también aseguran una buena penetración, incluso en suelos secos.
Presente en 2.000 explotaciones cada día, el grupo sabe, sin embargo, que adaptarse a los caprichos del cielo requiere necesariamente mucho tiempo. Para acelerarlo, se centra en apoyar a los agricultores lo más cerca posible de sus cultivos, con más de 400 vendedores sobre el terreno. “Podemos tener los productos más eficaces, pero si se utilizan incorrectamente, la ganancia se verá reducida”, insiste Maylis Radonde, responsable de desarrollo de producto y comunicación del grupo. A diferencia de los fertilizantes estándar, se trata de fertilizantes tecnológicos que requieren un conocimiento detallado de los tiempos y técnicas de uso”.
“Hay etapas en el desarrollo de las plantas durante las cuales el suministro de agua es crucial. Una simple reducción del 5% en el suministro de agua durante estos períodos puede tener efectos más que proporcionales en los rendimientos”, advierte Sylvain Pluchon, director de la R
Lo cierto es que la empresa está acusada de vertidos de metales pesados, en particular de arsénico -en umbrales cuatro veces superiores a la norma autorizada-, en su centro de Charente Marítimo, pero también en Saint-Malo y en las Landas. Mientras se lleva a cabo una investigación, la empresa no desea comentar sobre el tema.
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