Sus comentarios no pasaron desapercibidos. Mientras la policía atraviesa un movimiento de revuelta nacional tras el encarcelamiento de un agente de la brigada anticrimen de Marsella sospechoso de violencia el pasado viernes, su director general (DGPN) Frédéric Veaux se pronunció en las columnas de Parisien para apoyar públicamente a su plantilla.

El actual jefe de policía, en el cargo desde febrero de 2020 y reelegido a finales de junio hasta la finalización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París, se pronunció en particular el pasado domingo sobre la detención provisional del policía, imputado por hechos de «violencia en reuniones». por una persona que ejerce autoridad pública con el uso o la amenaza de un arma». Durante esta entrevista, Frédéric Veaux explicó que consideraba «que antes de un posible juicio, un policía no (tenía) lugar en prisión, aunque haya cometido faltas o errores graves en el marco de su trabajo», y agregó que conociendo la policía detenido le impidió «dormir».

Estos comentarios provocaron muchas reacciones al comienzo de la semana. La de los sindicatos de magistrados, que condenaron una salida calificada de declaraciones «graves» y «escandalosas», pero también la del presidente del tribunal de Marsella, que pidió «medición». A raíz de esta entrevista, el prefecto de policía de París Laurent Nuñez también se expresó en Twitter, declarando “compartir las palabras de la DGPN”. Una posición que reafirmó este miércoles por la mañana en Radio Classique, explicando en particular que esta entrevista concedida al parisino constituía un «apoyo dado a la institución policial».

Frédéric Veaux, de 67 años, es, según sus compañeros, el perfil típico de un “gran policía” que ha pasado toda su carrera dentro de la institución policial, escalando sus rangos uno a uno. “Está marcado por el compromiso que genera la profesión de policía”, relata Matthieu Valet, portavoz del sindicato independiente de comisarios de policía. “Él mismo era responsable de los servicios activos, de ahí conoce el oficio”, también sostiene una fuente bien informada con Le Figaro. “Al margen de los disturbios urbanos, uno de nuestros compañeros y su familia fueron intimidados. Tras informar a la DGPN, ésta se puso muy rápidamente en contacto con los servicios administrativos para que trasladaran al policía sin dilación”, explica esta fuente.

Después de estudiar en la Escuela Nacional de Policía a mediados de la década de 1980, comenzó su carrera en la policía judicial de Lille como jefe del grupo criminal y de estupefacientes. Luego evolucionó en varios servicios regionales de la policía judicial (SRPJ), como en Niza, Marsella y Ajaccio, de los que se convirtió en director regional en 1998. En julio de 2003, entonces jefe de la división nacional antiterrorista en la central dirección de la policía judicial (DCPJ), lideró la detención del independentista corso Yvan Colonna, condenado a cadena perpetua por el asesinato del prefecto Claude Érignac.

En 2009, se convirtió en Director Operativo Central Adjunto de Inteligencia Interna dentro de la Dirección Central de Inteligencia Interna (DCRI, la antigua DGSI). A contracorriente de su carrera en la institución policial, fue nombrado prefecto de Mayenne en 2016, luego brevemente prefecto de las Landas en 2019, antes de regresar a la policía un año después, esta vez como DGPN para suceder a Eric Morvan. En este cargo, defendió en particular la difícil reforma de la policía judicial, ampliamente criticada dentro de la fuerza policial, pero también dentro del poder judicial. “Ya hemos tenido momentos de desacuerdo con él sobre la implementación de la reforma policial. Pero siempre supo evolucionar y retomar las negociaciones. Es alguien abierto a la discusión”, dice Thierry Clair, secretario general adjunto de la Policía de la UNSA.

El sábado pasado, al día siguiente del encarcelamiento del oficial de la brigada contra el crimen de Marsella, Frédéric Veaux fue a Marsella para reunirse con los colegas de los policías investigados. La DGPN se habría mostrado entonces «escuchando» y «en su papel» como jefe de la policía según Matthieu Valet. “Estaba muy conmovido por el testimonio de la policía. Todo el mundo me describió a un jefe de policía de verdad”, explica a Le Figaro. “Entendió que había malestar y malentendidos”, agrega Fabien Vanhemelryck, secretario general del sindicato Alliance Police Nationale. “La DGPN es ante todo policía, sabe lo que es. Solo transmite lo que todos piensan dentro de la institución policial. Asumió sus responsabilidades al hablar públicamente”, continuó.

Porque además de su escucha, es su posición la que resuena en las filas de la policía nacional, hoy marcada en gran medida por un movimiento rebelde. “Recordamos el hecho de que apoyó al personal policial. Sus comentarios adquirieron una dimensión política, pero no cuestiona la justicia y no intenta interferir en el procedimiento en sí”, explica Thierry Clair. “Estas son declaraciones valientes, que no estamos acostumbrados a escuchar. Se siente bien que nuestros líderes estén tomando una posición en este tipo de negocios”, confirma Matthieu Valet. “Frédéric Veaux desempeñó su papel, pero no son los jefes de la policía o los sindicatos quienes podrán dar una solución al problema, sino los políticos. Es una crisis moral, y solo puede haber una respuesta política”, resume.