Presupuestos, siglas bélicas, sanciones a administrar para los alborotadores y sus padres… y mucho “apoyo” social. La primera ministra, Élisabeth Borne, desveló este jueves, en el gran anfiteatro de la Sorbona, en París, sus medidas soberanas para responder a los disturbios urbanos del verano. El aspecto represivo presentado justificó plenamente la presencia del primer policía francés, Gérald Darmanin, en este simposio gubernamental, así como la de su colega de Justicia, Éric Dupond-Moretti.

Lea también: Prohibición de redes sociales, servicio comunitario para padres… Las primeras medidas del Gobierno para mejorar la justicia juvenil

El jefe de Gobierno reunió para la ocasión a numerosos alcaldes de municipios afectados por los hechos. Lo que se tradujo, recordemos, en 24.000 incendios en la vía pública, 12.000 vehículos quemados, 2.500 edificios dañados, entre ellos 168 escuelas y 105 ayuntamientos, y más de 3.500 detenciones, lo que dio lugar a 2.100 personas procesadas y 2.000 condenadas, el 90% de las cuales recibieron sentencias de prisión (no todas cumplieron). La chispa de estos disturbios: la muerte de un joven delincuente, Nahel, asesinado a tiros por un agente de policía en Nanterre el 27 de junio.

Por tanto, el plan del Borne pretende “garantizar la seguridad de nuestros conciudadanos, apoyar mejor a las familias y reforzar la cohesión nacional”. Se creará un fondo de 100 millones de euros para ayudar a las autoridades locales a reconstruir sus infraestructuras dañadas o destruidas, además de indemnizaciones por seguros. El Primer Ministro también promete la creación de las FAR (Fuerza de Acción Republicana), mencionadas durante la campaña presidencial de Emmanuel Macron. Un acrónimo que recuerda a un antiguo cuerpo de ejército disuelto en 1998. Estas FAR se inspirarán más bien en lo que Beauvau inventó con el CRS 8, esta compañía de policías especializados en la violencia urbana que son enviados a puntos sensibles para apoyar a los equipos locales en la crisis. Las FAR afectarían a otras administraciones: Educación Nacional, Sanidad, Asuntos Sociales, Justicia, etc. que movilizaría agentes (pero sin reclutar) para ir a reforzar ocasionalmente las administraciones in situ, de acuerdo con los alcaldes. El experimento comenzará, según Elisabeth Borne, “en los municipios de Besançon, Valence y Maubeuge”.

Lea también Tipos de abusos, edad de los implicados, nacionalidad… Los disturbios vistos desde la perspectiva de la justicia juvenil

La respuesta criminal no se olvida. «A los alcaldes que lo deseen», el jefe de Gobierno «propone dar a la policía municipal la posibilidad de realizar determinadas actuaciones de policía judicial (…) bajo el control de los fiscales». Se iniciará una consulta con los cargos electos “para construir un texto legal”. Así, se podría autorizar a los “funcionarios municipales” a realizar determinadas observaciones, incautaciones de objetos utilizados para cometer un delito o incluso a consultar determinados expedientes policiales. Tal experimento fue rechazado por el Consejo Constitucional en mayo de 2021. Además, este plan, que pretende ser ambicioso, apunta al uso de las redes sociales, con la prohibición de quienes fomentan y/o glorifican sus abusos en las plataformas digitales.

Respecto a las nuevas sanciones, el presentador de Matignon anuncia: “Vamos a multiplicar por cinco la multa por incumplimiento del toque de queda, llevándola a 750 euros”. Luego, “vamos a proponer al Parlamento poder internar a los jóvenes delincuentes, de forma obligatoria, en unidades educativas de protección judicial de jóvenes”. En determinados casos, incluso prevé «la supervisión de los jóvenes delincuentes por parte de militares, que podrán, en particular, transmitirles valores de disciplina y de superación». Según ella, “se han iniciado experimentos” y “el sistema debe desplegarse y extenderse más por todo el territorio”.

También afirma: “Debemos responsabilizar más a los padres morosos y ofrecer “cursos de responsabilidad parental” o sentencias de “servicio de interés general”, los famosos TIG, contra aquellos “que eluden sus deberes educativos”.

Además, dijo, “cuando un menor haya causado un daño, nos aseguraremos de que ambos padres, estén separados o no, vivan o no con su hijo, sean económicamente responsables del daño causado”. Según ella, “nadie debería poder pasar por la aduana”.

Elisabeth Borne recordó el perfil de los alborotadores de junio: “Tres cuartas partes de los perpetradores nacieron en Francia; un tercio no tiene diplomas; los jóvenes de familias monoparentales están muy sobrerrepresentados (…); apenas una cuarta parte de los autores tenían más de 25 años; uno de cada cinco todavía estaba en la escuela secundaria”.

También verán la luz cuatro nuevos establecimientos de inserción laboral (EPIDE), que se suman a los veinte existentes. La mediación social será más “profesionalizada” y la estrategia de prevención de la delincuencia “reformulada” y presentada a principios de 2024.

Lea también Seguridad: cuatro meses después de los disturbios, los franceses hacen gala de miedo y desconfianza

A esta secuencia en la Sorbona se sumará, este viernes, un Consejo Interministerial de la ciudad que deberá aportar soluciones a los problemas recurrentes de los barrios prioritarios, tanto en términos de empleo como de vivienda, de escuela y de discriminación.