Nuevos delitos y nuevas penas complementarán el arsenal jurídico existente para combatir mejor los abusos sectarios. Este miércoles, la Secretaria de Estado de Ciudadanía y Ciudad, Sabrina Agresti-Roubache, presenta en el Consejo de Ministros un proyecto de ley que permitirá, si se vota, integrar en el Código Penal nuevos artículos, seis en total. total.

Así, si bien los abusos sectarios se castigan hoy con el delito de “abuso de debilidad mediante sujeción psicológica”, debería surgir un nuevo delito específico de “sujeción psicológica” para proteger mejor a las víctimas. “Estas situaciones de sometimiento se manifiestan por el ejercicio de presiones graves o repetidas o de técnicas capaces de alterar el juicio”, explican quienes rodean a Sabrina Agresti-Roubache. Asimismo, delitos y faltas como actos de tortura o fraude serán castigados con mayor dureza si se cometen en perjuicio de una víctima que se encuentre en “estado de sometimiento psíquico o físico”.

Este refuerzo del arsenal represivo fue anunciado al día siguiente de los primeros encuentros nacionales dedicados al fenómeno sectario y organizados el pasado mes de marzo. Por primera vez, Sonia Backès, entonces Secretaria de Estado de Ciudadanía y responsable de este ámbito, reunió a todos los agentes implicados: los de justicia, de salud, de educación nacional, del entorno asociativo… El objetivo era adaptar el plan de lucha existente a los importantes cambios que afectan al ámbito sectario. Entre ellos, el sector sanitario, que ahora está especialmente preocupado por estos abusos. Además, junto a las grandes estructuras que aún existen y que albergan doctrinas tan falaces como peligrosas, ahora hay una serie de gurús aislados que se apoderan de las redes sociales y rastrean a sus presas a distancia.

En su último informe correspondiente a 2021, la Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra los Abusos Sectarios (Miviludes) hizo balance de todos estos cambios. En el lienzo, “observa un fenómeno sectario en estado gaseoso”: el grupo está ahí, pero es móvil, cambiante e impalpable. Sus miembros se unen o se separan fácilmente creando otros grupos”, pudimos leer en particular. En este mismo informe, sus autores recordaron que la Miviludes había registrado más de 4.000 denuncias en 2021, “un aumento del 86,1% respecto a 2015 y del 33,6% respecto a 2020”. Sobre todo, el 25% de estos informes se referían a la salud. Ante esta preocupante evolución, debería tipificarse un nuevo delito de “provocación al abandono o abstención de la atención”. Además, y para cerrar mejor el camino a los charlatanes y sus curas milagrosas, un artículo pretende reforzar el intercambio de información entre el sistema judicial y el orden médico en particular.

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Estas próximas medidas que próximamente serán debatidas en la asamblea nacional forman parte de una nueva estrategia nacional de lucha contra las sectas y que incluye más de 40 nuevas disposiciones. Parte de ellos tiene como objetivo identificar mejor a las víctimas y comprender mejor los mecanismos de control. Para ello se designarán referentes en cada departamento tras haber sido formados por la Miviludes.