Un nuevo estudio advierte sobre un riesgo significativamente mayor de sufrir un derrame cerebral cuando hace calor por la noche. Se aplica especial precaución a las personas mayores y a las mujeres.
El Centro Helmholtz de Múnich alerta de los riesgos para la salud que provoca el aumento de las noches tropicales debido al cambio climático. Un estudio en colaboración con el hospital universitario de Augsburgo muestra un aumento de casos del siete por ciento. Los investigadores recomiendan ajustes en la planificación urbana y la atención sanitaria.
El equipo de investigación dirigido por el Dr. Alexandra Schneider, jefa del grupo de trabajo de Riesgos Ambientales del Centro Helmholtz, ha estudiado intensamente los efectos de las noches tropicales sobre el riesgo de accidente cerebrovascular. En el análisis, encontraron un aumento del siete por ciento en los accidentes cerebrovasculares en las noches tropicales.
Según Schneider, las temperaturas nocturnas aumentan significativamente más rápido que las diurnas debido al cambio climático, lo que supone un importante riesgo para la salud. El estudio define el cinco por ciento de las noches más cálidas en el área de estudio como tropicales. Para este estudio, el umbral es 14,6 grados de temperatura promedio.
El estudio utilizó datos de 15 años sobre alrededor de 11.000 accidentes cerebrovasculares del departamento de neurología del Hospital Universitario de Augsburgo. Dr. Cheng He, el primer autor del estudio, señala que las personas mayores y las mujeres corren un riesgo especial. Después de las noches calurosas, las clínicas suelen diagnosticar accidentes cerebrovasculares con síntomas leves.
El equipo de investigación también pudo determinar que el riesgo de sufrir un derrame cerebral asociado con las altas temperaturas nocturnas aumentó significativamente en el período de 2013 a 2020 en comparación con el período de 2006 a 2012. Mientras que en el primer período de medición se registraron dos accidentes cerebrovasculares adicionales cada año debido a las noches calurosas, en el segundo período ya se registraron 33 casos adicionales al año.
Los investigadores ahora planean hacer que sus resultados sean prácticamente utilizables. Para ello, están desarrollando recomendaciones para estrategias públicas de adaptación y planificación urbana, por ejemplo para reducir la intensidad de las islas de calor urbanas. El objetivo es proteger mejor a la población de los efectos del calor nocturno.
Al mismo tiempo, el sistema de salud debe desarrollar medidas preventivas contra los factores predecibles que promueven el ictus. Sólo si las clínicas esperan un aumento de casos podrían tomar las medidas necesarias para atender a los pacientes.
Otro informe de investigación de noviembre de 2023 advierte del aumento de accidentes cerebrovasculares por un motivo diferente. Debido al creciente envejecimiento de la población, los investigadores predicen que el número de casos aumentará en un 50 por ciento para 2050. También se sospecha que la falta de conocimiento de los factores de riesgo aumenta el número de casos. En general, los investigadores esperan que las muertes aumenten a la mitad, a casi 10 millones de muertes anuales, para 2050.
Otro estudio con 25.000 participantes examinó el estrés como factor de riesgo de accidente cerebrovascular y también arrojó resultados claros. Los investigadores encontraron una conexión clara con el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, ya que el estrés relacionado con el trabajo tiene un impacto mayor que el estrés en el hogar.
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