El “apagón” al servicio del mantenimiento del orden. Ante unos 300 alcaldes invitados al Elíseo el martes, Emmanuel Macron planteó la posibilidad de «cortar las redes sociales» cuando «las cosas se desborden», según declaraciones recogidas por BFMTV y confirmadas por Le Figaro. En cuestión, el poder movilizador de estas plataformas en la violencia nocturna que siguió a la muerte de la joven Nahel. El presidente de la República, que había llamado en particular a TikTok y Snapchat a “un espíritu de responsabilidad”, dio así un paso adicional al culpar a las redes sociales de la aceleración del “deseo de venganza” de los alborotadores, impulsados por un “desinhibido sentimiento».
La declaración del Jefe de Estado generó de inmediato una reacción unánime de oposición de todos los bandos. “¿Cortar las redes sociales? ¿Como China, Irán, Corea del Norte?», martillaba el jefe de diputados de LR Olivier Marleix en Twitter, juzgando esta «provocación» de «muy mal gusto». Por una vez, su homóloga ambientalista Cyrielle Châtelain tomó la misma posición: «¿Vamos a manejar las redes sociales como en Rusia o China?», preguntó. Por su parte, la líder de Insoumise, Mathilde Panot, se contentó con un irónico “Ok Kim Jung-Un”, en referencia al dictador norcoreano. Finalmente, el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, también se permitió una irónica comparación del «país de los derechos humanos y de los ciudadanos» con «las grandes democracias de China, Rusia e Irán». En cuanto al diputado RN del Gard Nicolas Meizonnet, señaló la “deriva preocupante” del ejecutivo. Solo el comunista Fabien Roussel no participó en este concierto de críticas, y por una buena razón: él mismo había considerado una solución similar a la de Emmanuel Macron este fin de semana.
Del lado del ejecutivo y de la mayoría, sin embargo, el tono parece menos definido que del lado del Elíseo. Sobre LCI, el ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu, insistió en recordar que no se trataba “de (de) el anuncio de una ley de censura, de ninguna manera”. El diputado renacentista Éric Bothorel, especialista digital, también trató de calmar la polémica emergente: “No es una opción a priori sobre la mesa. Lo que se prevé es la aceleración de la retirada de determinados contenidos o incluso la limitación de determinadas funcionalidades.
Sin ir a la opción más extrema, el gobierno sigue empeñado en retomar el tema de las redes sociales. Jean-Noël Barrot, ministro responsable de la Transición Digital, propuso el martes por la noche en el Senado la creación de un grupo de trabajo sobre el papel de amplificación de la violencia que juegan estas plataformas. El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, apoyando la iniciativa de un grupo «transpartidista», habló el miércoles de la posibilidad de «suspensiones de funcionalidad». En particular, citó la hipótesis de un cierre temporal de la geolocalización que, según él, permite que los alborotadores se encuentren.