«La desaparición del grupo comunista en Île-de-France, francamente, ¿lo imaginas posible?» Céline Malaisé, presidenta de este grupo, no se lo imagina ni por un momento. Especialmente no en la primera región de Francia donde el PCF desempeñó un papel político histórico en varios departamentos. Sin embargo, esto es lo que podría suceder el 31 de mayo si se valida la duodécima modificación del reglamento desde la llegada de Valérie Pécresse (LR) al frente de la comunidad. A petición de los grupos LR y UDI, el número mínimo de miembros electos para formar un grupo sí podría aumentarse de 7 a 10. Sin embargo, los grupos PCF y LFI están compuestos actualmente por 7 y 8 miembros electos respectivamente.
Céline Malaisé está furiosa. Sin los medios para defender la existencia de su grupo frente a una mayoría potencialmente unida en el objetivo de modificar las reglas, solo puede denunciar “un deseo de colapsar la democracia”. “Esto no es solo un problema de nuestros dos grupos sino un verdadero golpe democrático”, denuncia la presidenta del grupo Insoumis, Vianney Orjebin. “¡Este caso del reglamento 49.3 destinado a silenciar su oposición no tiene precedentes en la historia de las comunidades francesas y es escandaloso! Si sucede en la primera comunidad de Francia, otras se permitirán seguir sus pasos”, dijo el consejero regional Insoumis. También asegura que «muchos cargos electos de derecha están conmocionados».
En el entorno de Valérie Pécresse, asumimos fácilmente la idea de contener una oposición de izquierda demasiado inquieta, demasiado habladora. “Hay una clara voluntad de los Insoumis de desorganizar el hemiciclo, con métodos importados de la Asamblea y queremos ponerle el kibosh”. La diputada de la LFI por París, Sophia Chikirou, es especialmente señalada por haber amenazado con difundir extractos filmados de la última Comisión de Finanzas en las redes sociales, lo que formalmente está fuera de juego en cuanto a la confidencialidad de los debates.
El vicepresidente primero LR, Jean-Didier Berger, también apoya la iniciativa. “Sí al pluralismo, dijo, pero no a costa del desorden y disfunción de las reuniones y comisiones”. El alcalde de Clamart (Hauts-de-Seine) denuncia a los grupos «que monopolizan la palabra, hacen de todo y nada, lo que en modo alguno calma el ambiente». Para escucharlo, «se presentaron frente a sus votantes en una sola lista en la segunda vuelta de las elecciones regionales de 2022, ¡bien pueden pertenecer al mismo grupo!»
En este punto, el caso es delicado. Durante meses, los Insoumi han estado presionando a sus camaradas comunistas pero también socialistas y ambientalistas para formar una sola lista tipo Nupes en la Asamblea. Pero aparte de ellos, nadie quiere un solo grupo. Sin siquiera preguntarse por la personalidad que lo presidiría.