«Son dos proyectos de clubes que chocan, dos proyectos de juego». Así vislumbra Patrick Guillou el doble enfrentamiento que enfrentarán PSG y Bayern Múnich, en la Champions League. Un duelo entre dos selecciones que se conocen de memoria al haberse enfrentado cuatro veces en las últimas seis temporadas y que arrancó tímidamente tras el Mundial. Uno de los dos ha encontrado el camino correcto… “Después de tres empates ante Leipzig (1-1), Colonia (1-1) y Frankfurt (1-1), el Bayern sigue con tres victorias, incluida una difícil en Wolfsburgo (4). -2) en la Copa de Alemania, uno en Mainz (4-0) y otro el pasado sábado, ante el Bochum (3-0), sin derrota ni choque, sin haber estado tampoco brillante. Pero al final, gracias, adiós y hola en casa”, apunta el asesor de beIN SPORTS, fino conocedor del fútbol alemán, deslizando de paso “que aún quedan algunos percances, como Alphonso Davies”.
Y para añadir: “Sobre las fuerzas presentes y la dinámica de grupo, ventaja Bayern. En el colectivo, ventaja también el Bayern. Pero después siempre es lo mismo: en una acción individual, los jugadores parisinos son capaces de marcar la diferencia en cualquier momento…» Jugadores que se llaman, por ejemplo, Lionel Messi, Neymar y Kylian Mbappé, siendo este último esperado. , al menos, en el banquillo este martes (21.00 horas), en el Parque de los Príncipes. El “MNM”, un trío mágico. Trío también impuso a Christophe Galtier, como también a sus predecesores, asumir un cierto desequilibrio. En el Bayern es diferente. El desequilibrio también está ahí, pero «está en el ADN del Bayern, de la Bundesliga y de mi homólogo», como analiza el técnico parisino, imaginando «mucho espacio en las transiciones».
Espacios que el extécnico del Lille espera explotar. Todavía tienes que ser lo suficientemente justo técnicamente y lo suficientemente fuerte en los duelos para beneficiarte de estas situaciones… “Hay un desequilibrio aceptado por Nagelsmann y todo el grupo, confirma Guillou. Para jugar, ser ofensivo, dar placer, aceptan situaciones de uno contra uno atrás, de inferioridad numérica y esperan que Dayot Upamecano sea el bombero de turno y que llegue, gracias a su velocidad y su dinamismo, a conseguir todo de vuelta. También hay un desequilibrio del lado del PSG… salvo que no necesariamente es aceptado por todo el grupo. Lo sufren algunos que deben sufrir, el efecto dominó. Hay un desequilibrio en el juego sin balón y en relación con el juego de transición del adversario, con varios jugadores que suelen quedar eliminados en un pase… La marcha del balón será probablemente más fácil por parte del Bayern en determinadas primeras subidas que el PSG”, suelta el consultor de beIN, haciendo una clara distinción entre “desequilibrio aceptado o desequilibrio sufrido”.
Además de sus cualidades individuales y colectivas bien identificadas, su forma actual, su potencial atlético, disculpe, el Bayern también puede contar con la experiencia XXL. “Mis jugadores conocen los grandes encuentros”, jura Christophe Galtier. Los de Julian Nagelsmann, aún más. Por no hablar de la historia del club. Eliminados en cuartos de final las dos últimas temporadas, incluida la de 2021 por el PSG, desde la coronación ante el PSG en 2020, los bávaros han sufrido solo una eliminación en octavos en los últimos 11 años (2019). Período en el que subió siete veces a cuartos de final, incluidas tres finales y dos títulos (2013, 2020). Recuerda que el «Rekordmeister» tampoco se olvida de brillar en Alemania, ganando los últimos 10 títulos de la Bundesliga. Los muniqueses se encuentran actualmente en lo más alto de la clasificación, seguidos de cerca por Union Berlin (43 puntos contra 42) y Dortmund (40).
Además de la serie de tres empates en la recuperación y algunas disputas internas (Neuer, Gnabry, etc.), el Bayern, que activó en la ventana de fichajes de invierno (Sommer, Cancelo, Blind), aún debe lidiar con la ausencia de varios ejecutivos, Manuel Neuer en cabeza, pero también el tricolor internacional Lucas Hernández y la estrella senegalesa Sadio Mané, siendo este último “capaz, en un golpe de brillantez, de marcar la diferencia. Excepto que también es un auténtico jugador de club, como hemos visto en el Liverpool y desde su llegada al Bayern. Por eso también es amado en todos los lugares donde ha estado: es muy simple, no parece una estrella y se mezcla con un grupo. En el Bayern se echará de menos su alegría de vivir, su eterna sonrisa y sus cualidades futbolísticas. También es mejor como hombre que como jugador”, descifra Guillou. A priori, el exjugador de los Reds debería regresar rápidamente al campo. Allí estará a la vuelta, el 8 de marzo, en el Allianz Arena.
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Hasta entonces, Julian Nagelsmann puede contar con un impresionante sector de ataque, incluido un tal Kingsley Coman, verdugo de su club de formación durante la final de 2020. Thomas Muller, Serge Gnabry, Leroy Sané o incluso el joven (19) y (muy) talentoso Jamal Musiala serán las otras bazas bávaras por delante, por no hablar de Upamecano, Matthijs de Ligt, Joshua Kimmich y otro Leon Goretzka por detrás y en el medio. Que linda gente…
Como delantero centro, el entrenador Nagelsmann no tiene muchas opciones, excepto utilizar al ex Rennes Mathys Tel (17) o pedirle a uno de sus jugadores que se ponga un traje que no es el suyo. Aprovechando la salida de Robert Lewandowski (Barcelona) en la pretemporada y algunas lesiones en el inicio de la campaña 2022-23, Eric Maxim Choupo-Moting aprovechó para ganar, el que era más una mascota que otra cosa en el ojos de la afición durante su etapa en el PSG. El delantero camerunés de 33 años -a quien Thomas Tuchel veía más como un lateral que como un 9 en París- ha marcado 13 goles (incluidos 3 en C1) y ha repartido cuatro asistencias desde el inicio de la temporada (21 partidos). Había marcado de ida y vuelta al Paris Saint-Germain en 2021. «Esperemos, por el PSG, que no sea… un Choupo y en la cama», concluye Patrick Guillou. Está validado.