Franck Haise (entrenador del Lens, aguantado en jaque 1-1 en Troyes): “Son varios sentimientos. El primero de ellos es la satisfacción de no haber perdido, de haber buscado ese lógico ecualizador, sobre todo teniendo el balón en el 2-0. La segunda es la decepción de no haber sumado los tres puntos en un partido que dominamos en un 95%. La tercera es que tenemos que ser más justos frente a este tipo de adversidades. Competir contra equipos cerrados es parte del juego, hicimos muchas cosas muy bien, pero necesitamos más precisión y precisión en el último y penúltimo gesto. Tuvimos paciencia y conseguimos crear desequilibrios, fuimos bastante justos hasta este último gesto. Eso es lo que se perdió».