Ecuador expulsará a unos 1.500 presos extranjeros, en su mayoría de Colombia, Perú y Venezuela, para luchar contra las pandillas y los narcotraficantes, anunció el presidente Daniel Noboa el viernes 15 de diciembre. “Los que tengan una pena ejecutoriada de cinco años o más van a ser expulsados ​​del país, (esto es) unas 1.500 personas que vinieron a este país a delinquir y estos no son delitos simples, son delitos graves”, Daniel Noboa, dijo en rueda de prensa tras una reunión sobre seguridad en la ciudad portuaria de Guayaquil (suroeste).

Según el censo penitenciario de 2022, en las cárceles ecuatorianas hay 3.245 reclusos de nacionalidad extranjera, o el 10% de la población penitenciaria total (31.321). De ellos, 2.900 son hombres. País convertido en centro logístico del envío de cocaína a Estados Unidos y Europa, Ecuador está asolado por la violencia de las pandillas y los narcotraficantes, con una cifra récord de 26 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2022, que podría ascender a 40 este año. según los expertos. Las cárceles son escenario de recurrentes masacres entre bandas rivales. Desde febrero de 2021 se han producido al menos una decena de masacres que dejaron más de 460 detenidos muertos.

Para controlar a los presos más peligrosos, el gobierno ha propuesto la construcción de al menos seis prisiones de seguridad, según la ministra del Interior, Mónica Palencia. El presidente Noboa ya ha anunciado planes para arrendar tres barcos que puedan servir como prisiones en alta mar, con el objetivo de separar a los detenidos más peligrosos mientras se construyen nuevas instalaciones.