Francesco y Marta están en la cama. Este lecho matrimonial donde parece que ya no hay más deberes. Él en pijama, ella en camisón. Él dijo: «¿Y entonces?» Ella responde: «¿Y qué?» Él: “¿Querías decirme algo?” Ella: «Ya no lo quiero». Francesco está interpretado por este gran actor, Valerio Binasco, dirigido por Nanni Moretti. De hecho, el famoso director italiano deja por primera vez su cámara y da sus primeros pasos en el teatro con Diari d’Amore. Bajo este título genérico, dos comedias (en original sobretitulado) de Natalia Ginzburg: Dialogo y Fragola e panna (Diálogo y fresa y nata montada). Citado anteriormente, el incipit de Diálogo establece el tono deletéreo y sardónico de una pareja que se está distanciando. La trama no importa. Se trata de la atmósfera, que no requiere una puesta en escena espectacular pero sí un buen director de actores y para ello pudimos contar con la humanidad desencantada de Nanni Moretti.

Marta (la magnífica Alessia Giuliani) le confiesa a su marido Francesco que está enamorada de… el mejor amigo de Francesco. La fuerza inquietante de Natalia Ginzburg es que sustituye los celos por la indiferencia. Entonces cuando Francesco le dice a Marta: “A Michele le gustan las mujeres muy bellas. Lo sé. Respecto a las mujeres, es muy difícil. No eres muy hermosa. Cómo pasó ? (…) Te ves mal. Una tez mostaza. Y además tienes las piernas torcidas”, ríe amarillentamente el espectador. En este Diálogo el sentimentalismo no tiene derecho a ocupar el capítulo. Tampoco lo tendrá en la siguiente comedia donde los personajes de Ginzburg destacados por Moretti tomarán forma, también allí, sin previo aviso.

Cambio de escenario para Fragola e panna. Decoración burguesa de los años 60. Suena el timbre. Entra Barbara, una joven (Arianna Pozzoli) que dice ser prima del dueño de la casa Cesare, abogado y marido de Flaminia (Alessia Giuliani). De hecho, Bárbara es la amante de Cesare. Huyó, dejando atrás a su violento marido y a su pequeño hijo. No hace falta decir que está un poco nerviosa, casi suicida, no sabe dónde dormir y, cuando conozca a Flaminia, su situación difícilmente mejorará. El ambiente entre las dos mujeres es lunar. Barbara cuenta su relación con Cesare frente a una Flaminia impasible y distante. Luego llega la hermana de Flaminia, la bella Letizia (Giorgia Senesi). Le ofrece a Bárbara alojamiento en un convento. Flaminia, a diferencia de su marido Cesare (Valerio Binasco), que acaba de entrar en escena, expresa un ligero remordimiento por la situación de Bárbara. ¿Qué será de ella? Lo que sea. A menudo nos conmovemos por razones equivocadas, y es por eso que estas dos comedias amargas y irritantes sobre un rancio amor conyugal son notables.

Hasta el 7 de diciembre en el PNT de Villeurbanne. 12 y 13 de diciembre en el Teatro Châteauvallon. Del 15 al 17 de diciembre en La Criée de Marsella. 25 y 26 de enero en la Casa de la Cultura de Amiens. Del 6 al 16 de junio en el Théâtre de l’Athénée, París 9.