Un gurú rumano-sueco y 14 personas fueron acusados ​​el viernes por la tarde en París, sospechosos de estar implicados en violencia sexual a gran escala en el seno de un movimiento internacional de yoga, acusados ​​de excesos sectarios, afirmó este sábado una fuente judicial a la AFP. De los 15 sospechosos, seis fueron encarcelados, entre ellos el gurú Gregorian Bivolaru, de 71 años, figura fundadora del Movimiento para la Integración Espiritual hacia el Absoluto (Misa), rebautizado como Atman, que dice centrarse en la práctica del yoga tántrico.

La redada tuvo lugar el martes en la región parisina y en el sureste de Francia. Se registraron pabellones donde se alojaban muchas mujeres o incluso salas de yoga situadas en la calle. Gregorian Bivolaru fue detenido en su domicilio de Val-de-Marne. Ya condenado varias veces en Rumanía, denunció un “complot político” durante su detención, según una fuente policial a la AFP. Se defendió de las acusaciones de violación, explicando que era “un maestro espiritual”: después de una etapa llamada de “consagración”, las mujeres lo “amaban” en su casa.

El viernes fue acusado de cuatro delitos: violación agravada (junto con varias otras violaciones cometidas contra otras víctimas), secuestro por una banda organizada, trata de seres humanos por una banda organizada, abuso de debilidad por parte de un líder de un grupo que persigue actividades que crean, mantienen o explotan el sometimiento psicológico o físico de los participantes. Su abogado Anis Harabi aseguró a la AFP que «su inocencia» quedaría «establecida».

Al igual que Gregorian Bivolaru, el propietario de dos “logias para mujeres”, fue acusado de abuso de debilidad, trata de personas y secuestro por parte de una banda organizada. Este hombre, acusado de ser el “brazo derecho” de Gregorian Bivolaru, también fue acusado de complicidad en violación agravada.

Una mujer rumana de 41 años, estudiante de doctorado en lingüística, fue acusada de complicidad en violación agravada, trata de personas y secuestro por parte de una banda organizada. Lo mismo ocurre con otro hombre, detenido en Gregorian Bivolaru en presencia de dos jóvenes rumanas. Mientras estaba bajo custodia policial, se presentó como “un simple estudiante de yoga” y negó haber llevado a estas mujeres al gurú, informó a la AFP la fuente policial.

Finalmente, otras dos mujeres fueron encarceladas, tras ser acusadas de trata de personas y secuestro, todo ello en banda organizada.

Entre los liberados bajo supervisión judicial se encuentran nueve sospechosos. Ocho fueron acusados ​​de trata de personas y secuestro, todavía en banda organizada. Entre ellos, varios presuntos conductores, acusados ​​en particular de haber transportado mujeres desde el aeropuerto hasta los establecimientos de Misa. El noveno sospechoso es una mujer, que sigue cursos de Misa desde hace siete años, acusada de los mismos cargos, pero también de complicidad en violación agravada.

Según la fuente policial, esta mujer explicó, mientras estaba bajo custodia policial, que estuvo alojada en un apartamento y recibió dinero para participar en el montaje de un proyecto de película erótica “con gente orinando”. Siempre de la misma fuente, reconoció ciertas reglas de Misa: no salir sola para las mujeres o la confiscación de sus teléfonos.