Su rostro fue visto en todo el mundo. Israa Jaabis, de 37 años, es probablemente la prisionera palestina más conocida entre el segundo grupo de prisioneros liberados el sábado 25 de noviembre a cambio de rehenes israelíes y tailandeses. El rostro de este ex recluso, parcialmente quemado, ha sido ampliamente utilizado como símbolo del sufrimiento de los prisioneros palestinos.
Israa Jaabis tenía 31 años cuando fue condenada a 11 años de prisión por detonar una bombona de gas que llevaba en el maletero de su coche en un puesto de control en 2015, hiriendo a un agente de policía. Según las autoridades israelíes, se dirigía hacia Israel “donde pretendía llevar a cabo un ataque suicida”, recuerda el Times of Israel.
Los medios propalestinos, como la agencia de noticias Wafa – Palestina, difundieron la versión según la cual soldados israelíes abrieron fuego contra su vehículo, lo que provocó la explosión de la bombona de gas de su vehículo. El fuego habría quemado entonces el 60% de su cuerpo, provocando la pérdida de sus ocho dedos y deformaciones en el rostro y la espalda.
Su fotografía en un tribunal israelí, levantando sus dedos marchitos y con el rostro parcialmente quemado, es blandida regularmente en manifestaciones para ilustrar el sufrimiento de los prisioneros palestinos.
La ONG Addameer, que le proporcionó un abogado, informa que sufrió quemaduras en el 50% de su cuerpo. Según las autoridades palestinas, ahora necesita seis cirugías.
Tras su liberación el sábado por la tarde, la palestina habló con los periodistas: «Me avergüenza hablar de alegría cuando toda Palestina está herida», dijo en el salón familiar de su casa, situada en el distrito de Jabal Moukkaber, junto a su hijo Moatassem, 13 años. “Deben liberar a todos”, suplicó.
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Además de Israa Jaabis, Israel liberó a otros 38 prisioneros, a cambio de 13 rehenes israelíes y 4 rehenes tailandeses. Esta operación fue la segunda después de una primera liberación el viernes. Entre los prisioneros palestinos liberados sólo había mujeres y jóvenes menores de 18 años. Un nuevo intercambio de rehenes y prisioneros debería tener lugar este domingo, en el tercer día de tregua en el conflicto.
