A menos de ocho meses de las elecciones europeas, Julien Aubert y su movimiento “Atrévete a Francia” blanden un documento de 58 páginas que ofrece otra visión del Viejo Continente. El ex diputado de LR por Vaucluse, que también forma parte de los órganos republicanos, quiere contribuir al proyecto europeo de la derecha abogando por una tercera vía, entre el Frexit y el federalismo. Derrotado en las elecciones legislativas de 2022, Julien Aubert no oculta su interés por un lugar elegible en la lista de LR en las elecciones de junio de 2024. Porque si aún no ha elegido a su cabeza de lista, ya ha explicado sus deseos a Éric Ciotti y Laurent Wauquiez. Además de François-Xavier Bellamy, quien, salvo sorpresas, debería ser reinvertido para encabezar la lista de su bando y continuar su misión al frente de la delegación de LR en el Parlamento Europeo. Mientras tanto, Julien Aubert se ha fijado la ambición de defender “una visión gaullista, moderna y no caricaturizada de lo que podría ser un proyecto para la Unión Europea”.
Este proyecto está ilustrado por 14 propuestas a favor de un cambio de estrategia y un nuevo enfoque de la pareja franco-alemana. Todo ello guiado por el principio cardinal del retorno de la soberanía francesa. Una cuestión de supervivencia, según “Oser la France”. «La Unión Europea no sobrevivirá al aumento radical que está afectando a todos los países europeos, candentes por el declive económico y la inmigración descontrolada», leemos en el folleto azul.
Entre las principales propuestas presentadas, destacamos: la santificación de la Constitución francesa como “norma jurídica suprema en Francia”; la suspensión del debate sobre la ampliación de la Unión hasta que se hayan debatido claramente los límites de las competencias de la UE; l’application du principe de «réciprocité systématique», selon lequel ce qui n’est pas autorisé par un pays extra-européen vis-à-vis de l’UE ne doit pas être autorisé par l’UE vis-à-vis de este último. “Dare France” también defiende la posibilidad de que Francia utilice armas presupuestarias para “forzar una reconfiguración europea” o incluso el control de las fronteras nacionales a través de un “plan de salida progresiva” del espacio Schengen.
Julien Aubert, que apoya el proyecto de ley constitucional de la derecha parlamentaria, planteado como condición previa a cualquier nuevo texto o reforma en materia de inmigración, quiere ir más allá. “Necesitamos un escudo constitucional sobre todo”, defiende, elogiando el ejemplo del Tribunal de Karlsruhe en Alemania. Y siguiendo los pasos de sus mayores, como cuando, el 5 de mayo de 1992, Philippe Séguin, diputado del RPR por los Vosgos, subió al podio de la Asamblea con una advertencia. Se convirtió en el epígrafe del folleto azul: “Nada es más peligroso que una nación privada durante demasiado tiempo de la soberanía a través de la cual se expresa su libertad, es decir, su derecho inalienable a elegir su destino”.