Los fabricantes de relojes falsos todavía no consiguen conseguir las proporciones correctas. Es todo una cuestión de grado. Una fracción de milímetro aquí y allá, pero suficiente para dar la impresión de que algo anda mal con la armonía de la habitación. Podría ser el grosor de la pintura luminosa de las manecillas o la profundidad de la esfera. Los seres humanos tenemos un gran sentido de la proporción, por lo que la más mínima diferencia puede resultar sorprendentemente perceptible.
Sistemáticamente, una falsificación dará como resultado una impresión de peor calidad. Probablemente necesitarás una lupa para ver realmente la diferencia, pero la calidad de impresión de los elementos de la esfera de un reloj falso suele ser más suave y menos definida en comparación con uno real. Busque bordes afilados y letras sólidas para ayudar a confirmar que es una pieza original.
No utilices sólo tus ojos para juzgar la autenticidad de un reloj, utiliza también tus manos. La sensación de un reloj es a veces un indicador muy revelador de los pequeños detalles que una imitación simplemente no puede igualar. ¿Están afiladas la caja y la pulsera? ¿El cierre se siente demasiado delgado cuando encaja en su lugar? ¿El reloj se siente demasiado liviano o demasiado pesado? Sin olvidar la corona. Una muy buena manera de juzgar la calidad de un movimiento es darle cuerda a través de la corona. Es posible que no puedas ver el movimiento, pero si parece irregular o carece de suavidad, sabrás que algo anda mal.
Si realmente quieres estar seguro de lo que estás viendo, lo mejor es tener una referencia. Una imagen de un original puede funcionar, si no ha sido retocada excesivamente. Lo ideal sería tener a mano el objeto original para poder compararlo, pero esto rara vez es posible. En caso contrario, si ya has tenido la pieza que quieres regalarte, confía en tu memoria para identificar ciertos pequeños detalles muy concretos.
Para tal compra, simplemente no vale la pena correr riesgos. Lo mejor que puedes hacer para detectar una falsificación es consultar a un experto. Si no estás seguro, si tienes la más mínima duda sobre un reloj de segunda mano, pide una certificación, o acude a un reloj usado certificado (CPO, Certified Pre-Owned). Y si quieres comprar un reloj nuevo, pero no falsificado, cómpralo en la tienda.