Decir que Jack Heuer lo inventó todo en lo que respecta a la relación entre las marcas de relojes y el automovilismo no es nada exagerado. Este as del marketing siempre supo no sólo imaginar relojes excepcionales diseñados para las carreras, sino también hacer hablar de su marca y poner estas creaciones en las muñecas de los mejores pilotos. Desde los instrumentos del tablero de los autos de carreras, pasó brillantemente a los relojes, inventando en el proceso el concepto mismo de patrocinio de relojes con una leyenda de la conducción, Joe Siffert. El hombre que inspiró a Steve McQueen para su personaje en la película Le Mans, un Mónaco en su muñeca. En 1971, fue con Enzo Ferrari con quien firmó para colocar el logotipo de Heuer en el parabrisas de todos los coches de la Scuderia. Nació el patrocinio de relojes en el mundo del automovilismo; desde entonces no ha hecho más que crecer, siendo TAG Heuer el fiel socio hoy del equipo campeón del mundo de F1, Red Bull, y de su doble campeón, Max Verstappen. Un piloto de Fórmula 1 que dice tener una sensación de vacío en la muñeca cuando no lleva puesto el reloj.
También fue Jack Heuer quien tuvo la idea de ofrecer relojes de oro a los pilotos ganadores de una carrera. Relojes que se convertirán en auténticos símbolos de victoria y que adornarán las muñecas de leyendas como Ronnie Peterson y Niki Lauda. Como homenaje a esta época, y para finalizar con estilo las celebraciones del 60 aniversario de Carrera, TAG Heuer presenta un Carrera Chronograph con una caja de oro de 18 quilates de 39 mm de diámetro, con pulsadores situados a las 2 y 4 o. ‘Reloj, se requiere cronógrafo. Su esfera presenta subesferas negras «azules» en contraste a las 3 y a las 9 en punto, que evocan sutilmente el famoso «panda invertido». El bisel finamente curvado también facilita la lectura de la escala de 60 segundos/minuto que rodea el borde de la esfera. Este TAG Heuer Carrera cuenta con un movimiento de cronógrafo TH20-00 de cuerda bidireccional, con una reserva de marcha de 80 horas.