Si aplaudimos sus creaciones en los escenarios de todo el mundo, no esperábamos encontrar a Mourad Merzouki y su compañía Käfig en el Museo de Orsay los días 11 y 12 de noviembre. ¿Baile hip-hop en el templo del impresionismo? La idea seguramente despertará más de una ceja. Pero el ensayo general nos convenció de la armonía del matrimonio.

Así, encontraremos analogías “inconscientes”, explica Merzouki, entre sus coreografías y los personajes de las pinturas y esculturas. El efecto es especialmente exitoso con Folia, que se presenta en el ayuntamiento dorado, al que normalmente no tiene acceso el público. Luego nos apresuraremos a la sala de fumadores, otro lugar que el público no suele ver, para aplaudir los solos y dúos de Joel Luzolo y Aurélien Vaudey. Los dos bailarines de la compañía Käfig no tienen igual a la hora de cautivar al público sentado y de pie a su alrededor. Un poco más lejos, en la sala Nabis, otros cuatro bailarines huyen ante los cuadros de los maestros.

Luego, hay que pasar delante del oso polar de François Pompom para descubrir bajo la gran nave otra obra maestra del coreógrafo Vertikal, una espectacular ráfaga de bailarines hacia el cielo. Y eso no es todo ! Continuaremos nuestro paseo hacia la sala de gran formato y luego justo al lado, donde, como Mary Poppins, los bailarines actúan sobre los tejados del Palacio Garnier. En definitiva, una danza hipermoderna para revisitar la atmósfera del mítico París del siglo XIX.