Le Figaro Burdeos
Todavía se habla de las guarderías bordelesas. En agosto, el cierre temporal de un establecimiento preocupó a algunos padres. Al inicio del curso escolar, varios testimonios atestiguan la creciente dificultad de tener a su bebé atendido en una guardería municipal de Burdeos, especialmente para las familias cuya situación no responde a los criterios prioritarios. Durante el consejo municipal del martes 7 de noviembre, el tema volvió a estar sobre la mesa, esta vez con la cuestión de la gestión de estos establecimientos, que el ayuntamiento delega cada vez más para hacer frente a la escasez de personal.
“La guardería de Chartrons necesita obras para ponerla a la altura”, lo que implica “un cierre de un año por obras previstas para el verano de 2024”, explica Fannie Le Boulanger, teniente de alcalde encargada de la primera infancia y de la crianza de los hijos, asegurando que La ciudad dispone de soluciones de acogida para los 29 niños afectados por este cierre. “Los efectos acumulativos de la presión presupuestaria sobre las comunidades y la escasez de profesionales nos exigen hoy tomar la decisión de delegar la gestión de la guardería de Chartrons en su reapertura en septiembre de 2025”, anunció también el electo durante el consejo. No sin enfrentar fuertes críticas de la oposición.
“Detener la privatización de las guarderías fue el compromiso asumido en 2020”, recuerda Aziz Skalli, concejal de la oposición del grupo Renouveau de Burdeos y presidente de la rama Gironda del partido presidencial. El electo recuerda que desde 2020, la mayoría ambientalista ha tenido siete veces la oportunidad de no renovar las delegaciones de servicios públicos (DSP) y restablecer la gestión municipal. Philippe Poutou, ex candidato a las elecciones presidenciales y concejal municipal de la oposición en Burdeos desde 2020, también protesta contra este DSP. «Si existe una dificultad real para contratar personal en este ámbito, ¿cómo puede ser más sencillo para las delegaciones de servicios públicos contratar personal?»
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Estas críticas de ambos lados del espectro político son refutadas por Delphine Jamet, teniente de alcalde encargada de la administración general, quien recuerda que «hay más ofertas de empleo que demandas en este sector». En Burdeos, actualmente están por cubrir 70 puestos, lo que representa el equivalente a un centenar de plazas en las guarderías municipales. Según el electo, «las guarderías privadas tienen más facilidad para contratar porque pueden ofrecer contratos indefinidos», mientras que en las gestionadas por el ayuntamiento es necesario aprobar un concurso de servicio público para poder ofrecer el mismo tipo de empleo. contrato. El electo recuerda, sin embargo, que las especificaciones de los DSP significan que están «muy supervisados y no obtienen beneficios a costa de nuestros bebés».
El alcalde de Burdeos, Pierre Hurmic, admite no obstante que se trata de «una decisión difícil», pero que está rodeada de «una serie de garantías» y, en particular, de «especificaciones vinculantes e innovadoras para garantizar la calidad del servicio». Para Fannie Le Boulanger, “la privatización es desregulación, son las lucrativas guarderías privadas las que están floreciendo en Francia. Tenemos guarderías municipales bajo gestión directa o delegada y estamos comprometidos contra el principio de lucro al acoger a los niños pequeños”. Según este electo, el modelo DSP de la ciudad sería “ejemplar”, al estar abierto al sector privado sin fines de lucro, y en particular en el ámbito de la economía social y solidaria. Por primera vez, una asociación también ha sido elegida titular de esta delegación de servicio público en Burdeos, para la guardería Berge du Lac.
A pesar de esta espinosa situación, el ayuntamiento de Burdeos pretende crear 510 nuevas plazas en las guarderías municipales de aquí a 2027, “la mitad de las cuales ya estarán abiertas en 2023”, explica Fannie Le Boulanger. Por ello, en octubre, la ciudad lanzó una importante campaña de comunicación para contratar personal. El presupuesto para la primera infancia en la ciudad de Burdeos también aumenta constantemente (5 % en 2021, 6 % en 2022, 8 % en 2023 y 9 % previsto para 2024). Un recurso a la cartera que, sin embargo, no borra las dificultades estructurales que afronta el sector y las de los padres bordeleses que luchan por cuidar a sus hijos.