Le Fígaro Nantes

En el contexto actual del conflicto entre Israel y Hamás, la amenaza se ha tomado en serio. El martes, la sede francesa de la empresa israelí Sodastream (propiedad de PepsiCo desde 2018) situada en Carquefou, localidad fronteriza con Nantes, fue destinataria de varios sobres con contenido sospechoso. “Contenían un polvo blanco”, explica a Figaro una fuente de la gendarmería de Loira Atlántico. En las cartas no se encontraron mensajes ni demandas específicas.

Ante el riesgo, “se instaló un perímetro de seguridad” y “se evacuó al personal”, informa la misma fuente. Durante el operativo, los gendarmes contaron con el apoyo de unidades especializadas en riesgos químicos del Servicio Departamental de Bomberos y Rescate (Sdis). “Los primeros elementos demostraron que el polvo no contenía ningún producto tóxico”, precisa. Aún deben realizarse análisis químicos y biológicos para determinar con precisión la naturaleza y composición del polvo encontrado en los sobres.

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Este proceso recuerda al utilizado poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Varios medios e instituciones estadounidenses en el país fueron entonces destinatarios de cartas contaminadas por la bacteria del ántrax. “Las personas que estuvieron en contacto con el polvo han sido examinadas y no presentan ningún problema de salud”, asegura la misma fuente. Se está llevando a cabo una investigación para intentar rastrear a los remitentes. Hasta el momento no se han producido detenciones.

Como sugiere Ouest-France y hemos podido confirmar, la embajada de Israel en Francia, ubicada en París, también fue objeto de cartas similares que contenían un polvo sospechoso.