La direction du Centre hospitalier de Remiremont (Vosges) a reconnu mercredi 11 octobre un «échec» alors que plusieurs plaintes le visent pour des décès suspects, notamment dans son service de chirurgie orthopédique et traumatique, dont les soins programmés sont encore suspendus pour au moins ocho días.
«La situación no tiene precedentes», lamentó durante una rueda de prensa organizada con la Agencia Regional de Salud (ARS) Grand Est, el director general del establecimiento, Dominique Cheveau, reconociendo «una situación de fracaso». «Podemos considerar que no hemos cumplido con nuestro deber».
Un paciente murió el 3 de octubre tras un “evento adverso grave” en el departamento de cirugía ortopédica y traumática, mientras que otras cinco muertes sospechosas dentro de la misma unidad ya habían provocado la apertura, en enero, de una investigación médico-administrativa por parte del ARS Grand Est. , tras varias quejas de las familias de los pacientes. Esta primera investigación finalizó en septiembre, explicó Virginie Cayré, directora general de ARS Grand Est. Una segunda, abierta tras la última muerte, «confirma las dificultades ya identificadas en los primeros informes», añadió.
Entre estas disfunciones, la ARS denuncia “mala conservación de los registros médicos”, la ausencia de visitas en buenas condiciones por parte del cirujano de los pacientes operados, problemas con el “personal” médico o incluso la falta de supervisión de los pasantes por parte de un tutor. . «La inspección revela problemas de organización», según Cayré. La ARS, que indica que el hospital ya ha hecho “mucho trabajo” para remediar esto, le concede ocho días para cumplir todas las condiciones para una buena atención al paciente, y supervisará la aplicación de sus medidas cautelares antes de decidir si para reanudar la atención programada para este servicio.
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El director del establecimiento, que había suspendido toda la atención quirúrgica programada el 4 de octubre, tomará el jueves su decisión sobre la reapertura de otros servicios quirúrgicos para la atención programada. El establecimiento también admitió haber tenido «sospechas» de mal funcionamiento y afirma haber estado trabajando para corregirlas durante «varios meses». Pero esta nueva muerte sospechosa le obligó a «poner todo en orden» para garantizar la seguridad de los pacientes, según la doctora Stéphanie Chevalier, presidenta de la comisión médica del establecimiento. Una decena de denuncias fueron presentadas por familiares o familiares de pacientes hospitalizados, varias de ellas tras muertes sospechosas.