La denuncia que motivó la apertura de una investigación en el Juzgado 41 de Madrid a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios, procede de un colectivo que representa a los empleados del sector público, Manos Limpias ( Manos Limpias en francés). Presentándose en su sitio web como un “sindicato nacional, independiente, no hipotecado por nada ni por nadie”, su función principal es presentar “toda clase de denuncias, ante corrupción política o económica que perjudique al interés público o general”.
El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) compartió este miércoles una carta en X (antiguo Twitter), en la que denuncia una denuncia basada en «supuestas informaciones procedentes de una constelación de periódicos ultraconservadores». En respuesta a esta carta, el presidente de Manos Limpias, Miguel Bernad, emitió un comunicado en el que admitía haber basado la denuncia “únicamente en estos informes [periodísticos]” y que por tanto pueden ser falsos, reveló este jueves el diario El País. . «Corresponderá ahora al juez de instrucción comprobar si estas informaciones periodísticas son ciertas o no», admite Bernad en su declaración, citada por el diario español. “Si no son ciertas, corresponderá a quienes las publicaron considerar que son falsas, pero si no son falsas creemos que el procedimiento legal debe continuar”, añade.
A última hora de la tarde del jueves, la Fiscalía española solicitó finalmente la «anulación» del procedimiento abierto el 16 de abril por un juzgado de Madrid y «el sobreseimiento del caso».
Fundado por Miguel Bernad, un ex político estrechamente vinculado a la extrema derecha, el autoproclamado sindicato lleva mucho tiempo persiguiendo a numerosos objetivos y, en particular, a líderes políticos -especialmente de izquierda- ante los tribunales, pero a menudo sin mucho éxito.
Tras su creación en 1995, el colectivo interpuso numerosas acciones judiciales, a veces de alto perfil, que fueron consideradas fracasos. En 2005, por ejemplo, se desestimó una denuncia presentada contra “Los Lunnis”, un programa infantil emitido en la televisión española, por mostrar un matrimonio entre dos hombres. Además, en 2007, Manos Limpias fue investigado por el delito de denuncia falsa tras presentar una denuncia contra el juez Juan del Olmo, así como contra la fiscal Olga Sánchez, a quien acusó de haber destruido pruebas en el atentado terrorista del 11 de marzo de 2004. en Madrid.
Pero su intervención en el caso Noós por corrupción política, abierto en 2012 contra los dirigentes del Instituto Nóos, Iñaki Urdangarin y Diego Torres, devolvió inicialmente su imagen. Manos Limpias fue la única asociación que presionó para que la hermana del rey Felipe VI -y esposa de Iñaki Urdangarin-, Cristina de Borbón, fuera procesada. El éxito, sin embargo, duró poco. Miguel Bernad fue detenido en 2016 bajo sospecha de exigir dinero a la defensa de la infanta Cristina a cambio de que retiraran la denuncia contra él. Permaneció en prisión preventiva durante ocho meses. Cristina de Borbón fue finalmente liberada en 2017.
Acusado en julio de 2021 de haber cooperado con el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, para extorsionar a bancos y empresas, Miguel Bernad fue condenado en primera instancia a cuatro años de prisión. Finalmente fue absuelto en apelación el pasado mes de marzo, por falta de pruebas, según el Tribunal Supremo.
Esto no le impidió continuar con sus actividades. El gobierno de Pedro Sánchez se ha convertido incluso en uno de sus objetivos favoritos. En enero de 2023, el colectivo, por ejemplo, presentó una denuncia -posteriormente cerrada sin más trámites- contra la ministra de Igualdad, Irene Montero, que había criticado a los jueces por la aplicación de la ley contra la violencia sexual «sólo sí es sí».