¿Qué pasaría si Facebook e Instagram se hicieran pagos? Lo que era una broma de mal gusto bien podría convertirse en realidad dentro de la Unión Europea en los próximos meses. De hecho, el grupo americano Meta quiere ofrecer un mercado a los internautas europeos. O aceptan que se explote su forma de utilizar Facebook e Instagram (sus comentarios, sus me gusta, las páginas seguidas, etc.) para mostrarles anuncios personalizados. O rechazan esta captura y, a cambio, tendrán que contratar una suscripción para seguir utilizando estas aplicaciones.
Estas versiones de Facebook e Instagram redactadas con anuncios se ofrecerían a 10 euros al mes. El precio aumentaría hasta los 13 euros si la suscripción se contrata desde un smartphone, para cubrir las tarifas que cobran Apple y Google.
Este escenario fue propuesto a las autoridades europeas en septiembre, según el Wall Street Journal. No se trata de una moda pasajera del grupo estadounidense, sino de una estrategia para limitar los efectos potencialmente desastrosos para sus finanzas del Reglamento europeo de protección de datos (GDPR), aprobado en 2018. Este último obliga a los actores digitales a dejar que los internautas europeos decidan si Quieren que sus datos sean capturados, explotados y revendidos. Consentimiento que debe ser libre e informado. Sin embargo, esta captura es el corazón del modelo económico del Meta, del que casi el 25% de su facturación procede de Europa.
Desde 2018, la empresa matriz de Facebook ha limitado el daño reinterpretando a su favor el concepto de consentimiento. Al abrir una cuenta en Facebook o Instagram, los internautas europeos deben aceptar la captura de sus datos. De lo contrario, no podrán registrarse. Esta base jurídica, similar a un contrato de derecho civil, fue denunciada por la asociación Noyb del activista austriaco Max Schrems. La CNIL irlandesa, la autoridad supervisora de Meta para la implementación del RGPD, falló a principios de 2023 y multó a Meta con 390 millones de euros.
El grupo californiano apeló inmediatamente esta decisión. Pero una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en otro caso, publicada en julio, aumentó la presión sobre Meta. Este último afirma que el “interés legítimo” de una red social en vender publicidad dirigida no puede ser mayor que la necesidad de obtener el consentimiento del internauta. Por lo tanto, Meta debe dar a sus usuarios europeos la posibilidad de elegir y mostrar un cartel de consentimiento para la recopilación de datos.
Un detalle de esta sentencia no se les escapó a los abogados del rey de las redes sociales. Precisa que la plataforma debe proporcionar acceso a su servicio a los usuarios que rechacen el cobro, “si es necesario por una suma adecuada”. De ahí la idea de esta suscripción, cuya suma compensaría el déficit. Según los últimos informes financieros de Meta, los usuarios europeos de Facebook ganan una media de 17,88 dólares al trimestre. Según el Wall Street Journal, el grupo también argumentó ante las autoridades europeas que su tarifa de 10 euros al mes es similar a las ofertas sin publicidad de servicios como YouTube o Spotify.
La asociación Noyb advirtió este martes que no dudará en emprender acciones legales si el plan de Meta se hace realidad en Europa. «Los derechos fundamentales no están a la venta», comentó Max Schrems. «La introducción de la idea del pago en el ámbito de los derechos de protección de datos personales es un punto de inflexión importante y lo combatiremos».
El futuro de esta propuesta está ahora en manos de los reguladores europeos. Podrán aceptarlo, rechazarlo o solicitar un precio de suscripción más bajo para que sea accesible al mayor número de personas posible.