El fabricante Tesla, que anunció el martes 23 de abril una caída del 55% de su beneficio neto en el primer trimestre, pretende producir un vehículo eléctrico de bajo coste «lo más rápido posible», un anuncio que hizo las delicias de los mercados. Durante una audioconferencia con analistas, la dirección indicó que el proyecto del vehículo de bajo coste se aceleraría para que estuviera disponible «lo antes posible». A raíz de estos comentarios, las acciones de Tesla se dispararon más del 11% en el comercio electrónico después del cierre de la Bolsa de Nueva York. Para los analistas, Tesla podría encontrar un segundo aire con este vehículo apodado Model 2, que se vendería por unos 25.000 dólares.

Según Factset, el precio medio de todos los modelos de Tesla combinados fue de 42.110 dólares en el primer trimestre, frente a los 46.000 dólares del año anterior. Una cifra inferior a las caídas anunciadas el fin de semana en Europa, Estados Unidos y China. El precio “es uno de los mayores obstáculos. La industria necesita más productos de menos de $30,000”, dijo Stephanie Valdez Streaty, directora de Industry Insight en Cox Automotive.

Los analistas esperaban aclaraciones del jefe Elon Musk y del equipo directivo sobre la estrategia del grupo después de un mes de abril bastante agitado, salpicado de anuncios oficiales esporádicos y especulaciones. Tantas incertidumbres que han provocado que su capitalización bursátil haya caído casi un 40% desde principios de año. Tesla levantó una esquina del velo el martes, diciendo que había invertido 2.800 millones de dólares en el primer trimestre en su infraestructura de inteligencia artificial, sus capacidades de producción, su red de supercargadores y su nueva infraestructura de producción.

«Hemos actualizado nuestra programación de vehículos para acelerar el lanzamiento de nuevos modelos que previamente habíamos previsto comenzar a producir en la segunda mitad de 2025», explicó Elon Musk a los analistas. «Ahora pensamos que será a principios de 2025, si no a finales de este año», añadió, precisando que se utilizarían las líneas de producción existentes y que esto debería permitir alcanzar una capacidad de producción anual de tres millones de vehículos.

El grupo también analizó los futuros avances en autonomía y el lanzamiento, entre los nuevos modelos, del ansiado coche de bajo coste y Semi, su camión semirremolque. Sin olvidar su robotaxi, un vehículo 100% autónomo, que deberá presentarse el próximo 8 de agosto. En cuanto a este último, el objetivo es iniciar la producción a finales de 2025 para las primeras entregas el año siguiente.

A la espera de que se completen todos estos proyectos y desarrollos, el crecimiento del volumen en 2024 debería ser «significativamente menor» que en 2023, advirtió Tesla, señalando que el mercado de vehículos eléctricos todavía estaba «bajo presión». Además de un mercado de vehículos eléctricos menos dinámico de lo esperado en Estados Unidos, Tesla también enfrenta dificultades en China con una fuerte competencia de los fabricantes locales, incluso a nivel internacional. BYD se hizo con el título de mayor vendedor mundial de vehículos eléctricos en el cuarto trimestre.

El honor está seguro: el Tesla Model Y fue el coche más vendido del mundo en 2023, una novedad para un vehículo eléctrico. Pero entre enero y marzo entregó menos vehículos que un año antes y, sobre todo, muchos menos de los esperados por los analistas. La producción también decepcionó, con un descenso del 8,5% en un año. En los tres primeros meses del año, alcanzó una facturación de 21,30 mil millones de dólares (-9% interanual) y un beneficio neto de 1,30 mil millones de dólares (-55%). Por acción y excluyendo partidas excepcionales, el dato preferido de los mercados, el beneficio neto ascendió a 45 céntimos. Estos resultados son inferiores a las expectativas del mercado.

“Tesla se encuentra en un período de corrección y tendrá que actuar con cautela si quiere evitar una caída más profunda de las ventas”, comentó Gadjo Sevilla, analista tecnológico de EMarketer. Además, en cuanto a los despidos anunciados el 15 de abril, que deberían afectar a un total de unas 14.000 personas de los 140.000 empleados del grupo -que no ha confirmado estas cifras-, Tesla se vio legalmente obligada a proporcionar detalles. Informó el lunes a las autoridades texanas del despido, a partir del 14 de junio, de 2.688 empleados de su megafábrica de Austin (Texas), según una notificación enviada a la AFP el martes.