Es difícil de creer, ya que Francia se está ahogando bajo una lluvia incesante. Sin embargo, el cambio climático no muestra pausa. Con un nuevo récord de temperatura batido en marzo, los últimos doce meses han sido los más calurosos jamás registrados en el mundo. Una situación que tiene consecuencias en diferentes territorios, incluidos los Pirineos Orientales. Desde hace dos años, el departamento sufre una sequía histórica, que está obligando a hoteleros y restaurantes a incrementar las iniciativas para ahorrar agua. El último: la firma de una carta entre la prefectura de los Pirineos Orientales y la Unión de Industrias y Comercios Hoteleros (Umih), este martes 9 de abril.

Este documento contiene una treintena de compromisos a corto y medio plazo para los profesionales del sector. Los clientes, por ejemplo, ya no podrán bañarse en los hoteles. “Hemos tomado una decisión que ha suscitado mucha discusión: retiramos los tapones de las bañeras”, anuncia Brice Sannac, presidente de la Umih des Pyrénées-Orientales y hotelero en Banyuls-sur-Mer y Collioure. Una medida principalmente simbólica. “Debe saber que menos del 10% de las habitaciones en Francia tienen bañera. Pero es un compromiso. Sirve para avisar a los profesionales que tendrán que retirar las bañeras cuando reformen sus habitaciones.

Las piscinas, jacuzzis y spas no están prohibidos, pero su uso está condicionado a la reutilización del agua. Las piscinas estarán cubiertas durante la noche para evitar la evaporación del agua. En cuanto a su limpieza, tampoco hay desperdicio. “Limpiamos los filtros de agua y enviamos el agua de filtración a recuperadores. Usamos esta agua, por ejemplo, para regar nuestra tierra”. También pueden utilizarse como reserva estratégica de extinción de incendios.

En cuanto a la restauración, tampoco hay cubiteras para servir vinos, champán y botellas de agua. A partir de ahora se utilizarán “calcetines” refrigerantes para mantener frías las botellas. Una medida que debería producir verdaderas economías de escala. “Estimamos que los cubos de hielo representan entre 1 y 1,5 millones de litros de agua por semana consumidos en temporada alta en los Pirineos Orientales. Es simplemente enorme”, advierte Brice Sannac.

También se han tomado otras medidas, como la adopción de una tarifa verde para los hoteles. Los establecimientos voluntarios pueden ofrecer promociones a los clientes que soliciten en el momento de la reserva no cambiar las toallas de baño todos los días. De hecho, la carta no es vinculante. Todavía compromete moralmente a los profesionales sindicales. “Es el deseo de dar vida a un tipo de turismo diferente”, continúa Brice Sannac. Esta carta nos compromete a todos hasta 2030, cuando podremos hacer balance, aunque sea posible hacerlo antes.

Estos compromisos no son ni mucho menos una sorpresa para los responsables de hoteles y restaurantes de los Pirineos Orientales, que ya están acostumbrados a limitarse en el agua. “El año pasado ya habíamos asumido un compromiso en forma de directiva con los diputados, que permitió hacer más legibles los decretos de las prefecturas”, añade el presidente de la Umih de los Pirineos Orientales. Y los hoteleros no son los únicos que abordan el problema de frente. El sector del camping también está mostrando sus credenciales en temas de ahorro de agua en el departamento. “El año pasado asumimos fuertes compromisos al reducir el consumo de agua en un 30% en unas pocas semanas durante el verano. Ya no se riegan los espacios verdes, recogemos el agua de las piscinas… Estos compromisos se repetirán este año”, nos dijo recientemente Nicolas Dayot, presidente de la Federación Nacional de Hoteles al Aire Libre (FNHPA). Medidas que ya han recibido comentarios muy positivos por parte de los clientes.

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