La agencia de calificación Fitch ha rebajado a negativa la perspectiva del crédito soberano de China, según informó el miércoles la agencia, citando mayores riesgos para las finanzas públicas del país, una decisión calificada de «lamentable» por Pekín. «La perspectiva revisada refleja riesgos crecientes para las finanzas públicas de China a medida que el país enfrenta una perspectiva económica más incierta», dijo la agencia en un comunicado de prensa. «Los importantes déficits presupuestarios y el aumento de la deuda pública en los últimos años han erosionado las reservas fiscales desde la perspectiva de la calificación», advirtió la agencia.
«Es cada vez más probable que la política fiscal desempeñe un papel importante en el apoyo al crecimiento en los próximos años, lo que podría mantener la deuda en una tendencia ascendente constante», añadió. Según Fitch, la desaceleración esperada del crecimiento económico «exacerba las dificultades para gestionar el alto apalancamiento en toda la economía». El Ministerio de Finanzas chino reaccionó rápidamente y consideró “lamentable” esta decisión. «Los resultados muestran que el sistema de indicadores de la metodología de calificación crediticia soberana de Fitch no logró reflejar de manera efectiva y proactiva los esfuerzos de Beijing para promover el crecimiento económico», dijo el ministerio en un comunicado.
Beijing se ha comprometido a hacer más para impulsar el empleo y estabilizar el mercado inmobiliario, aunque el ministro de Vivienda, Ni Hong, admitió en marzo que esto seguía siendo «muy difícil». Las empresas inmobiliarias que «necesitan ir a la quiebra deberían hacerlo, y aquellas que necesitan ser reestructuradas deberían hacerlo», dijo Hong en una conferencia de prensa al margen de una importante reunión política. Fitch afirmó la calificación crediticia de China en ‘A’, una medida que, según la agencia, refleja la «grande y diversificada economía del país, su perspectiva de crecimiento del PIB aún fuerte en relación con sus pares, su papel integral en el comercio mundial de mercancías, sus sólidas finanzas externas y la apreciación del yuan». estado de la moneda de reserva.
Sin embargo, “estas fortalezas se ven compensadas por un alto apalancamiento en toda la economía, crecientes desafíos fiscales, ingresos per cápita y puntajes de gobernanza más bajos que sus pares de Categoría A”, agregó la agencia. Las autoridades chinas están trabajando para revivir la segunda economía más grande del mundo luchando contra una serie de vientos en contra, incluida una crisis prolongada en el sector inmobiliario, un creciente desempleo juvenil y una débil demanda global de productos chinos.
Les décideurs politiques ont annoncé une série de mesures ciblées ainsi que l’émission de milliards de dollars d’obligations souveraines, dans le but de stimuler les dépenses d’infrastructure et la consommation, mais les analystes ont déclaré qu’il restait encore beaucoup à hacer. El mes pasado, Beijing fijó un objetivo de crecimiento económico del 5% para 2024, un objetivo ambicioso que los líderes admitieron que sería difícil de alcanzar.