Sesenta y cinco kilómetros de líneas de muy alta tensión tensas en Camarga y Provenza. Unas 500 personas se manifestaron este domingo en Arles (Bouches-du-Rhône) contra un proyecto de línea aérea de muy alta tensión destinado, según sus promotores, a descarbonizar la zona industrial-portuaria de Fos-sur-Mer, pero cuya ruta y las modalidades suscitan oposición. La manifestación, que se desarrolló de forma pacífica, reunió a 500 personas, según la policía.
“Descarbonizar sí, basura no” o incluso “No al proyecto de la línea THT” (muy alta tensión), se podía leer en los carteles de los manifestantes reunidos en Arles, al final de varias semanas de consulta previa organizada por RTE, el gerente de la red de transporte de electricidad.
RTE explica en su sitio web que la nueva línea, de aproximadamente 65 km, entre Fos-sur-Mer, cerca de Marsella, y Jonquières-Saint-Vincent, en Gard, está prevista “hasta 2028” para responder a un “crecimiento muy fuerte en necesidades eléctricas”. “Estamos muy a favor de descarbonizar nuestra industria. No estamos en contra del proyecto, simplemente somos desfavorables al trazado que nos proponen”, declaró a la AFP el alcalde de Arlés, Patrick De Carolis, presente en la manifestación.
Según el electo, razones económicas, agrícolas, patrimoniales, pero también medioambientales explican la oposición al proyecto, cuyas diferentes rutas pasan por el delta de la Camarga o por regiones de Provenza entre Gard y Bouches-du-Rhône. «Nos beneficiamos de un territorio y de una biodiversidad bastante notable», subrayó, esperando que se puedan proponer «soluciones técnicas» «para no afectar a nuestro paisaje, que es uno de los factores esenciales de nuestra economía».
El proyecto «perjudica la biodiversidad al fragmentar espacios naturales protegidos que también sirven para proteger el clima, como las marismas de Vigueirat, zonas importantes para las aves, las praderas de Crau», indicó por su parte Laurent Tatin, biólogo conservacionista. Añadió que era necesario encontrar “otras soluciones además de esta aerolínea para no perjudicar la protección de la naturaleza y la agricultura”.
Una petición en línea, lanzada por la asociación «Agir pour la Crau», pide en particular «relanzar una consulta digna de ese nombre» con la remisión a la «Comisión Nacional para el Debate Público». En este texto, firmado por más de 23.000 personas, se critica especialmente el impacto visual del proyecto, con un esquema que representa pilones «de la altura de un edificio de 20 pisos» que deben instalarse «cada 350 metros».