El partido gobernante de Japón dijo el jueves que tomará medidas disciplinarias contra 39 legisladores en un escándalo de financiación política. En el centro del asunto están supuestos pagos a miembros del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD, derecha conservadora), acusados de haber excedido las cuotas de venta de entradas para eventos de recaudación de fondos.
El primer ministro Fumio Kishida prometió en febrero detener tales eventos después de procedimientos legales contra dos legisladores del partido acusados de violar las leyes de financiamiento político, y tres de las facciones más grandes del PLD anunciaron su disolución. «Como líder del partido, pido disculpas sinceras por las dudas planteadas en el público y la grave pérdida de confianza que esto ha causado», dijo Fumio Kishida a los periodistas el jueves.
El PLD dijo que había pedido a dos parlamentarios atrapados en el escándalo -un ex ministro de Educación y un ejecutivo del partido- que abandonaran el partido. Otros dos parlamentarios perderán su afiliación al partido durante un año y otros serán suspendidos de sus funciones dentro del partido político durante un año o recibirán una amonestación. Las encuestas de opinión sobre el gobierno de Fumio Kishida se encuentran actualmente entre las más bajas desde que su partido regresó al poder en 2012.
Tres facciones parlamentarias del Partido Liberal Democrático, incluida la del Primer Ministro, han anunciado su disolución tras este gran escándalo de fondos ocultos en el que están implicadas. Las facciones del PLD, heredadas de los partidos que se fusionaron para darle origen en la década de 1950, son coaliciones internas organizadas en torno a líderes y que atraen miembros prometiéndoles apoyo electoral y puestos ministeriales. Entre las tres facciones que han anunciado su disolución se encuentra también la más importante del PLD, su ala más nacionalista liderada por el ex primer ministro Shinzo Abe hasta su asesinato en 2022.