Beyoncé, reina mundial del R’n’B y el pop, lanza su primer álbum titulado música country, nutriéndose de su Texas natal y destacando la influencia afroamericana en este género popular de imagen muy conservadora. El viernes y luego de varias semanas de espera, la cantante afroamericana, también actriz y empresaria dio a conocer la esperada Cowboy Carter, acto II de su trilogía Renaissance. Ella reveló ayer, en una publicación de Instagram, los títulos de los 26 temas que componen el álbum. Entre ellos, dos duetos con íconos del country: el primero con Willie Nelson en Smoke Hour, el segundo con Dolly Parton para una versión de Jolene.
A sus 42 años, Beyoncé se convirtió, incluso antes del lanzamiento del álbum, en la primera cantante negra en situar una canción en lo más alto de las listas country, un género musical muy popular en Estados Unidos y tradicionalmente asociado a los hombres blancos. Con el éxito del éxito Texas Hold ‘Em, marcado por el sonido del banjo, y el single 16 Carriages, presentado durante la Super Bowl el 11 de febrero, los artistas country negros esperan poder ser el centro de atención. Desde su primer grupo femenino de gospel y R’n’B, Destiny’s Child, hasta su éxito de 2016 Daddy Lessons, Beyoncé, esposa del rapero y empresario neoyorquino Jay-Z, ha destacado su origen sureño y la influencia del country en su música y estilo.
Este género musical siempre ha impregnado la obra de “Queen B”, cuyo triunfo mundial sacude las tradiciones de la música country más bien asociada a músicos blancos y conservadores. Según los historiadores de la música, el banjo, instrumento original de la música country, bluegrass y folk, tiene sus raíces en el Caribe en el siglo XVII, tocado entonces por esclavos negros deportados de África a América. Traído al este de los Estados Unidos, el banjo fue adoptado por las poblaciones blancas de los Apalaches en los siglos siguientes. El “país negro” siempre ha existido, pero los músicos negros se han mantenido fuera del género.
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Cantante, autora, bailarina, productora y actriz, Beyoncé es hoy la artista más exitosa en la historia de los premios Grammy, premios de la industria musical estadounidense. Pero, paradójicamente, de sus 32 premios, nunca ganó el de mejor álbum. Una polémica por la falta de diversidad que su marido Jay-Z avivó criticando a la industria musical durante la última ceremonia, el 5 de febrero.
Beyoncé también fue víctima de racismo en 2016 tras tocar su canción country Daddy Lessons, durante los premios de la asociación de este género musical. “Las críticas que recibí cuando comencé a interesarme por la música country me obligaron a esforzarme más allá de mis propios límites”, escribió recientemente en Instagram. Este nuevo álbum “es el resultado de los desafíos que me propuse y el tiempo que me tomé para darle vueltas y mezclar géneros para este trabajo”. En 2019, una de las canciones del año, Old Town Road del rapero Lil Na, tiene elementos de este estilo. Lo que generó polémica.
«Tan pronto como un artista negro lanza una canción country, los juicios de valor, los comentarios y las críticas vuelan en masa», criticó la cantante de folk y blues Rhiannon Giddens, que aparece en el éxito Texas Hold ‘Em, en The Guardian. Denunció a “las personas que están tratando de preservar la nostalgia por una tradición [país] puramente blanca que nunca existió”. En los últimos años, los artistas negros todavía han conseguido irrumpir en la música country, como Mickey Guyton y Brittney Spencer.
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Signe de cette reconnaissance tardive, le célèbre morceau folk et country de Tracy Chapman sorti en 1988, Fast Car, a reçu le prix de la meilleure chanson 2023 aux Country Music Awards, mais c’était après que le chanteur blanc Luke Combs en fit une reanudación. Para Charles Hughes, autor del libro Country Soul: Making Music and Making Race in the American South, el período country de Beyoncé es «la reivindicación de parte de su identidad musical y de sus raíces en Houston», la metrópolis cosmopolita de Texas. Por ahora, “la industria musical dominada por los blancos y la música country están pidiendo a los artistas negros y mestizos que demuestren sinceridad y buena fe”, continúa el analista. Durante los últimos 15 años, Beyoncé «realmente ha recurrido a sus raíces texanas», insiste Charles Hughes, lo que «ha generado hostilidad por parte de la gente que dice ‘Oh, ella no puede hacer country'».