«Hay que restablecer las finanzas del Estado, no les voy a decir lo contrario», reaccionó Bruno Le Maire este martes por la mañana, pocos minutos después de la publicación de las cifras del INSEE, según las cuales el déficit público de Francia alcanzó el 5,5% de PIB en 2023, 154.000 millones de euros. Esto es mucho más que el déficit del 4,8% para 2022 y el 4,9% inicialmente previsto por el gobierno para 2023. Invitado de RTL, el Ministro de Economía, Finanzas y Soberanía Industrial y Digital subrayó su “determinación de restablecer las finanzas públicas y devolver por debajo del déficit público del 3% en 2027”, considerándolo “intacto y total”.

“Mantengo el objetivo de volver el déficit público por debajo del 3% en 2027. Esto requerirá esfuerzos adicionales, porque es el mismo objetivo que antes pero con una situación más degradada. Se necesitará más determinación, mucho método y mucha compostura”, añadió. Antes de recordar que el objetivo inicial era el 4,9% y por tanto “no se había conseguido”. «Hay que sacar las consecuencias», prosiguió, explicando que a pesar de un «buen crecimiento» de casi el 1%, Francia tuvo unos ingresos fiscales «mucho más bajos de lo esperado».

«Existe una situación excepcional en la que los ingresos fiscales no mantienen el ritmo», afirmó Bruno Le Maire, estimando que «la pérdida de ingresos fiscales» fue de «21 mil millones de euros». Ahora queriendo “sacar las consecuencias” de esta situación excepcional, el ministro habló de ahorros futuros “en todos los gastos”, citando “los del Estado, los gastos sociales y los de las autoridades locales”. «Eso es lo que propongo, no es apretarse el cinturón sino tomar decisiones», afirmó, empezando «por reducir el gasto estatal», ya reducido -como recuerda- a «8 mil millones de euros en 2023». “En total, el Estado ahorró 18.000 millones de euros en 6 meses”, aseguró.

En cuanto a la espinosa cuestión de los impuestos, el jefe de Bercy se declaró «abierto a todos los debates». «Podemos perfectamente ahorrar en el gasto público sin tener que hurgar en los bolsillos de los franceses, y yo sigo – es mi convicción y mi posición – totalmente opuesto a cualquier aumento de impuestos para nuestros compatriotas que ya pagan impuestos elevados», explicó sin embargo. Antes del lanzamiento: “Los franceses están cansados ​​de pagar. Y los que trabajan están cansados ​​de pagar todo por todos”. Lo mismo ocurre con las empresas que, según él, ya pagan impuestos elevados: hasta el 30% sobre los dividendos, pero también sobre las acciones francesas.