Ya en su época no había dos como Roger Federer. Y es aún menos probable que esto suceda en el futuro con la progresiva desaparición del revés a una mano, una especialidad de los suizos. Por primera vez en la historia, ningún jugador del Top 10 mundial lo practica. “Es un golpe duro. No me conviene”, confió Roger Federer en una entrevista con la revista GQ.
Sin embargo, cree que «hace que quienes lo practicaron (Pete Sampras, Rod Laver, [él]) sean aún más especiales, porque llevaron la antorcha lo más alto y durante el mayor tiempo posible». Si bien admite que ya no sigue el tenis como antes y que tiene dificultades para ver “más de un partido completo al año”, el “Maestro” sigue con atención las actuaciones de “Stan Wawrinka, Richard Gasquet y Stefanos Tsitsipas”. Dominic Thiem tiene uno magnífico. O Grigor Dimitrov, que es un buen amigo”.
Al hombre con 20 títulos de Grand Slam le gustaría ver “un poco más de variedad” en el tenis moderno: “El problema es que cuando tienes muchos jugadores similares, muchos puntos se juegan de la misma manera. Cuando estaba en el circuito mi objetivo era el contrario. Definitivamente no debería jugar todos los puntos de la misma manera, porque eso era todo lo que soñaba mi oponente. Para hacerlo más difícil, necesitaba el juego más variado posible. Hoy, cuando veo a dos muchachos anotar 20 puntos idénticos seguidos, me siento un poco frustrado. Aunque a veces resulte interesante. Como un enfrentamiento”, confiesa.
Paradójicamente, Roger Federer admite haber enseñado a sus cuatro hijos a jugar el revés con ambas manos. “Soy un muy mal ejemplo”, confiesa. No son buenas noticias para la causa. Pero el suizo, de 42 años, cree en el regreso del gesto que realizó con tanta elegancia: “Creo que volverá”. Ojala.