La actividad económica francesa aumentó un 0,1% en el cuarto trimestre de 2023, indicó el jueves el Instituto Nacional de Estadística (Insee), revisando ligeramente al alza su primera estimación de estancamiento del producto interior bruto (PIB). Este tímido aumento con respecto a los tres meses anteriores se debe a que el consumo de los hogares es ligeramente inferior a lo esperado, según el INSEE. El nivel de crecimiento se mantiene en el 0,9% para el conjunto de 2023, apoyado en un segundo trimestre que destacó por su dinamismo (0,6%, revisado 0,1 punto a la baja), mientras que el primero y el tercero se estancaron.
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En detalle, entre octubre y diciembre, el consumo de los hogares se estabilizó (0,0% frente al -0,1% de la primera estimación), habiendo contrarrestado el consumo de servicios el descenso observado en el gasto en alimentación y energía. El poder adquisitivo de los hogares se ha recuperado gracias a un aumento de su renta bruta disponible, apoyado en particular por aumentos salariales, un aumento de las pensiones complementarias y el pago de una prima de poder adquisitivo a los funcionarios. Pero al haberse mantenido estable su consumo en términos de volumen, la tasa de ahorro pasó del 17,3% en el tercer trimestre al 17,9% en el último, mostrando una gran prudencia en términos de gasto después de meses marcados por una elevada inflación.
Castigadas por los elevados tipos decididos por el Banco Central Europeo (BCE) para frenar la subida de los precios, las inversiones (-0,9%) registraron una caída mayor que la calculada anteriormente. Tanto las inversiones empresariales (-0,9%) como las de los hogares (-1,4%) se ven afectadas, y el sector de la construcción de viviendas se ve especialmente afectado.