La crisis energética, el aumento de los precios de la electricidad y del gas y, con ello, el de las facturas de particulares y empresas, han provocado un aumento de los litigios relacionados con este tema. De hecho, el número de quejas relacionadas con cambios de precios registradas por el Mediador Energético aumentó un 74% y las de profesionales y copropietarios un 72%. Y esto mientras el número de remisiones en 2023 se mantuvo estable respecto al año 2022, es decir, 13.999 remisiones frente a 13.751 remisiones un año antes.
En este tenso contexto, el sector Mediador reparte cuatro tarjetas rojas a proveedores a los que ya había apuntado por sus prácticas polémicas. Así, Wekiwi recibió una tarjeta roja por segundo año consecutivo, “por sus malas prácticas recurrentes en todo momento durante la vida de los contratos”. Casi todas las remisiones relativas a Wekiwi fueron denunciadas a la DGCCRF por incumplimiento de una o varias disposiciones del Código del Consumidor. Con 612 referencias por cada 100.000 contratos, Wekiwi es el proveedor con la mayor tasa de referencias en 2023, 15 veces mayor que la tasa promedio de todos los proveedores combinados (40).
Se concede otra tarjeta roja a los proveedores que “a veces subestiman deliberadamente el importe de los pagos mensuales de sus clientes”. Como resultado, las facturas de regularización pueden alcanzar varios cientos o incluso miles de euros al final del período. Si Eni es un objetivo particular, la alerta también afecta a Ohm Energie, Engie y Wekiwi.
Por último, una tarjeta roja va dirigida a Enedis, gestora de la red de distribución, sancionada por la mala gestión de las quejas de sus clientes. Estas quejas se refieren tanto a la calidad de su suministro eléctrico, a sus solicitudes de conexión a la red de distribución eléctrica, como al deterioro de las condiciones para la investigación de estos conflictos en la mediación. El mediador también critica a Enedis por «prácticas especialmente objetables» por parte de Enedis. Se trata de ajustes de consumo más allá de 14 meses, en violación del artículo L. 224-11 del Código del Consumo, retrasos en la puesta en servicio por falta de un contador Linky, negativas a realizar trabajos que, sin embargo, Enedis había indicado que eran urgentes por razones de seguridad.