El nuevo Plan Lobo para 2024-2029 publicado el viernes por el Gobierno prevé aumentar las compensaciones a los criadores, un 33% para las ovejas y un 25% para las cabras, al tiempo que flexibiliza las normas sobre el tiro defensivo contra los depredadores. “Se incrementan por decreto los baremos de indemnización por los daños causados ​​al ganado por la depredación de lobos, osos y linces (pérdidas directas) en un 33% para el ganado ovino y un 25% para el caprino”, especifica un comunicado del Ministerio de Transición Ecológica. , que también detalla las nuevas normas para la matanza de depredadores. El viernes también se publicó en el Diario Oficial un decreto ministerial sobre la simplificación de los tiros defensivos para los lobos, con un protocolo acorde con las solicitudes de los criadores.

Estas medidas, que pretenden “no dejar al ganadero en apuros ante los ataques” a su ganado facilitando la matanza de los depredadores en acción, según una fuente gubernamental, fueron publicadas en vísperas de la apertura del Salón de la agricultura, en un contexto de revuelta del mundo campesino. En el nuevo plan que las autoridades dicen haber diseñado para “un mejor equilibrio entre la protección de los rebaños y la conservación de las especies amenazadas”, la cuota de sacrificio permanece sin cambios, en el 19% de la población registrada cada año, o 209 en 2023 para un La población de altramuces se estima en alrededor de 1.100. El método de conteo se modificará con una técnica de “captura-marcaje” para una publicación anual para establecer el número máximo de lobos que se pueden matar.

La simplificación del tiro defensivo, que ha suscitado críticas por parte de las asociaciones de defensa de la naturaleza, permitirá a los criadores equiparse con dispositivos de visión nocturna y les obligará a utilizar la iluminación antes de abrir fuego. Los Cub Scouts ahora estarán exentos de este requisito de iluminación y podrán utilizar armas equipadas con miras nocturnas, con procedimientos de intervención simplificados en el campo. El nuevo Plan Lobo también prevé un componente de “protección”, con un presupuesto de 2,5 millones de euros durante el período 2024-2029, para desarrollar nuevos medios de protección, como el uso de drones o asustar con feromonas.

Después de desaparecer durante un tiempo en Francia, el lobo, especie estrictamente protegida, reapareció a principios de los años 90 cruzando los Alpes desde Italia. Su número, estimado en 1.107, se ha más que duplicado desde 2018 y, según el ministerio, “se ha alcanzado el umbral de viabilidad demográfica del lobo”. Al mismo tiempo, los ataques al ganado aumentaron de 11.080 en 2017 a 12.500.