La OCDE revisó al alza su previsión de crecimiento francés para 2023 el martes hasta el 1%, gracias a un vigoroso segundo trimestre, pero fue más cautelosa para 2024, con una previsión del 1,2% frente al 1,3% de su previsión de junio. Las previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico publicadas en sus previsiones trimestrales sobre el crecimiento y la inflación mundiales se alinean, por tanto, con las del Gobierno francés para este año.
La OCDE pronosticó un crecimiento del 0,8% en Francia hasta el momento para 2023. Ya el lunes, la Banque de France dijo que era más optimista que antes para la economía francesa en 2023, anticipando un crecimiento del 0,9% frente al 0,7% hasta ahora, gracias al dinamismo de las exportaciones en la primavera, y tras un crecimiento del 2,5% el año pasado. Esta previsión del Banco de Francia para 2023 es la misma que la del INSEE (Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos) publicada a principios de septiembre, que también había sido revisada al alza.
A Francia le iría bien este año en comparación con Alemania, un peso pesado en la zona euro que debería terminar en recesión este año, según la mayoría de los pronósticos, incluidos los publicados por la OCDE el martes. La Organización Internacional con sede en París, por su parte, revisó ligeramente a la baja su previsión de crecimiento para 2024 en Francia (se esperaba un 1,2% frente al 1,3% anterior). La culpa, según la OCDE, es en particular un crecimiento menos vigoroso en Europa y el mundo y aumentos de las tasas de interés por parte de los bancos centrales destinados a frenar la inflación, como el anunciado la semana pasada por el Banco Central Europeo (BCE). Para la zona euro, la OCDE prevé un crecimiento del 1,1% en 2024, 0,4 puntos menos que sus previsiones de junio, lastrada principalmente por Alemania.
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El aumento de las tasas de interés en todo el mundo para combatir la inflación es «necesario», dijo el martes la economista jefe de la OCDE, Clare Lombardelli, aunque es «doloroso». “Todos estamos viendo que el aumento de las tasas se está abriendo paso en nuestras economías. Es necesario reducir la inflación, pero es doloroso”, afirmó Clare Lombardelli durante una rueda de prensa.
La inflación en Francia debería comenzar a disminuir gradualmente, predice también la organización internacional: se espera un 5,8% este año y un 2,9% el próximo. Lo mismo ocurre en la zona del euro con un 5,5% este año y un 3% el próximo, lo que podría alentar al BCE a adoptar una política monetaria menos restrictiva.