“Es impactante”: después de Bruno Le Maire, Élisabeth Borne, a su vez, alzó la voz contra la “contrainflación”. Detrás de este término se esconde una práctica llevada a cabo por determinados fabricantes que consiste en reducir el formato de un producto, manteniendo o aumentando su precio. Y la primera ministra quiere “prohibirlo”, como afirmó el sábado en una entrevista con Le Parisien.
«A partir de noviembre, todos los productos afectados por cambios en las cantidades deberán indicarlo en las etiquetas para no engañar más al consumidor», añadió. El lunes, Bruno Le Maire detalló esta medida en France 2: “Aprobaremos un texto legislativo para obligar a los fabricantes, cuando reduzcan el contenedor, a mostrarlo claramente”. «Hay que hacerlo de manera obligatoria y restrictiva, de lo contrario sospecho que los fabricantes no respetarán» esta medida, añadió el ministro de Economía y Finanzas, que ya había calificado esta práctica de «estafa».
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Sin embargo, los fabricantes ya están obligados a indicar el peso de sus productos y a resaltarlo si ha cambiado. Pero algunos no dudan en escribirlo en letra pequeña, o incluso en no mencionarlo. Si Élisabeth Borne quería prohibir esta práctica el próximo noviembre, Bruno Le Maire apunta en cambio a “principios de 2024”, “hora de notificarlo a la Comisión Europea”. Por el momento, el gobierno aún no se ha comunicado sobre las medidas implementadas para controlar los nuevos envases de los fabricantes.