David Desgouilles es columnista de Marianne. Ha publicado Dérapage (ed. du Rocher, 2017) y Their Lost Wars, (ed. du Rocher, 2019).
FIGAROVOX. – El presidente Emmanuel Macron concedió una entrevista ayer, lunes 4 de septiembre, al creador de contenidos Hugo Décrypte. Una entrevista transmitida por Youtube y Tik Tok de casi dos horas, donde se trataron temas de actualidad que atañen a los jóvenes. ¿Debería verse esto como un simple truco de comunicación?
David DESGOUILLES. – Emmanuel Macron nos tiene acostumbrados a experimentar con diferentes formatos. Recordemos la entrevista concedida a Brut o la recepción en el Palacio del Eliseo de MacFly y Carlito. Pero realmente no lo veo como un simple truco de comunicación. De lo contrario, no habrían transcurrido dos horas. Realmente tenía algunos mensajes que transmitir. Por otra parte, se trata de una elección de «marketing».
¿Cómo interpretar la elección de Emmanuel Macron de ser entrevistado por Hugo Décrypte y no por un YouTuber más politizado? ¿Se debe sólo a su gran audiencia?
Me parece que el gran público influyó mucho en esta elección. Quizás también pueda influir el estilo del youtubeur, pero de forma mucho menos importante que el público, muy fuerte cuando se trata de Hugo Décrypte.
¿La elección de este formato realmente permite a Emmanuel Macron llegar a otro público?
Emmanuel Macron todavía trabaja así. Cuando quiere hablar con personas mayores, aparece en el informativo de las 13 horas en TF1 o concede una entrevista a Le Point. Al inicio del año escolar quiso dirigirse a los jóvenes, incluidos aquellos que aún no tienen derecho a votar. Y es bastante eficaz si me baso en el hecho de que mi propia hija, de 15 años, me habló de esta entrevista esta mañana.
Este aspecto del marketing no es discutible a priori. Emmanuel Macron vive en su época, donde la misa mayor de las 20:00 horas ya no reúne a toda la familia frente al televisor en el salón. Ahora, cada uno desde muy pequeño tiene su propia pantalla, sus propios medios, sus propios programas.
Lo que es más cuestionable, por otra parte, es que no necesariamente sostiene el mismo discurso para los diferentes “nichos” a los que se dirige en estos diferentes medios. Lo vimos, por ejemplo, en relación con la “violencia policial”, donde pronunció un discurso completamente diferente al de los medios Brut y a los medios más tradicionales.
Al mismo tiempo, el joven ministro Gabriel Attal aparecía en la televisión, en el Daily. ¿Deberíamos ver una buena manera de que el experimentado Emmanuel Macron eclipse al cometa del nuevo gobierno?
Los canales de comunicación del gobierno son impenetrables, al menos desde mi remota provincia. Como mínimo, diría que a Emmanuel Macron no le importa que otro ministro hable al mismo tiempo que él cuando decida hablar con Hugo Décrypte. Mi intuición me empuja más bien a considerar una coincidencia respecto del paso concomitante de Gabriel Attal a Quotidien. Emmanuel Macron parece más molesto por la comunicación tan personal de Gérald Darmanin o Édouard Philippe que por la de Gabriel Attal. Pero esto es sólo una corazonada; Me es imposible ser categórico.