España, afectada desde hace meses por una sequía histórica, sufre lluvias torrenciales que dejaron dos muertos y tres desaparecidos, mientras que un niño de diez años logró escapar de ahogarse refugiándose en un árbol. Este mal tiempo, que comenzó este fin de semana, afectó especialmente a la región de Madrid y a la de Castilla-La Mancha (centro), donde cayeron lluvias torrenciales durante la noche del domingo al lunes.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, anunció en la mañana de este lunes «el fallecimiento de dos personas en la provincia de Toledo», una en Casarrubios del Monte y otra en Bargas, a causa de estas inclemencias meteorológicas. Los servicios de emergencia de esta región situada al sur de Madrid han realizado un total de «1.900 intervenciones» en las últimas horas, indicó en «X», antiguo Twitter, sin dar más detalles sobre las circunstancias de estas muertes.
También permanecían personas refugiadas «en el tejado de sus casas» en dos localidades cercanas a Toledo a la espera de ser rescatadas por un helicóptero enviado por las autoridades de la vecina región de Madrid, afirmó este último. Cerca de Madrid también sigue desaparecido un hombre cuyo vehículo fue arrastrado de madrugada por un río que se desbordó en la localidad de Aldea del Fresno, situada al oeste de la capital española.
Su hijo de 10 años, también desaparecido en un principio, fue finalmente rescatado tras encontrar refugio en un árbol, dijeron las autoridades de Madrid. Su madre y su hermana, que también estaban en el vehículo, habían sido rescatadas anteriormente. «Estamos inspeccionando el río para intentar localizar el vehículo», dijo a la televisión pública Javier Chivite, portavoz de los servicios de emergencia de la región de Madrid. En Aldea del Fresno, uno de los municipios más afectados por el mal tiempo, varios puentes se derrumbaron y los torrentes de barro del lecho del río se llevaron numerosos coches, según constató un fotógrafo de la AFP en el lugar. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lanzó un «llamamiento a los ciudadanos para que sigan actuando con cautela».
En las regiones afectadas muchas carreteras quedaron cortadas. El tráfico ferroviario, suspendido temporalmente desde el domingo, seguía gravemente perturbado, especialmente entre Madrid y Andalucía y en la costa mediterránea. En Madrid, estas lluvias torrenciales también provocaron el cierre temporal de varias líneas de metro el lunes por la mañana. Aunque las lluvias se calmaron algo el lunes, la Agencia Nacional de Meteorología mantuvo en alerta siete regiones, entre ellas Madrid, Castilla-La Mancha, Cataluña, Baleares y el País Vasco.
Las autoridades madrileñas han recomendado a los casi siete millones de habitantes de la región teletrabajar y evitar desplazamientos innecesarios en la capital, cuyo acceso estaba muy congestionado el lunes por la mañana. Los madrileños recibieron el domingo en sus teléfonos móviles una alerta de emergencia acompañada de una fuerte señal sonora, inédita en España, que les invitaba a quedarse en casa. «Debemos alegrarnos de que exista la opción de comunicarnos eficazmente con los ciudadanos en caso de una emergencia importante (…) para que los ciudadanos puedan aplicar las medidas necesarias», afirmó Chivite el lunes, en respuesta a las críticas suscitadas. por este mensaje masivo.
España, país en primera línea del calentamiento global y cuyo 75% de su territorio está amenazado por la desertificación, se ve periódicamente azotado por lluvias torrenciales a finales de verano y en otoño, que luchan por penetrar en el suelo y provocan de repente una hinchazón de los lechos de ríos. Este fenómeno, llamado por los meteorólogos “Dana” (“depresión aislada en niveles elevados”), tiene en ocasiones consecuencias dramáticas. En 2018 murieron 13 personas en la isla balear de Mallorca.