«Un gran error»: la fiscalía pidió el jueves seis y doce meses de prisión contra una pareja que había lanzado una falsa alerta de atentado por miedo a perder un tren, causando estragos en Lille el 19 de julio.
En plenas salidas de vacaciones, la pareja había enviado un SMS para alertar de la presencia de un «terrorista en el tren París-Lille». El mensaje provocó la movilización del Raid y del GIGN, la suspensión del tráfico ferroviario y la evacuación de las dos estaciones de Lille durante cuatro horas.
«No somos terroristas, ni monstruos, actuamos sin pensar en las consecuencias», explicó al borde de las lágrimas el acusado, un repartidor de 30 años, ya condenado varias veces, y que compareció detenido. El fiscal solicitó 18 meses de prisión, de los cuales 12 firmes contra él, y 12 meses de prisión, incluidos seis firmes contra su esposa, una cuidadora de 27 años. «Quiero pedir disculpas por esta gran estupidez: sólo pensamos en nosotros», dijo ante el tribunal.
Instalados recientemente en la región de Burdeos, se dirigieron a Paso de Calais, su región de origen, para ejercer su derecho de visita con su hijo de cuatro años, colocado. Tras un retraso en el tren, temían perder el TGV Paris Lille a las 8:45 horas y conexiones posteriores. «Ambos buscamos en internet, teníamos la misma idea de enviar un mensaje sobre un terrorista», explicó la joven, reconociendo haber dictado el SMS enviado desde el teléfono de su cónyuge. Luego lo apagaron para no ser localizados. «No sabíamos las consecuencias», dijo.
La fiscalía denunció un «egoísmo llevado al límite», subrayando que «mil pasajeros se vieron impactados por su estupidez», mientras que incluso con el siguiente tren «habrían llegado a tiempo». La pareja fue arrestada nada más llegar a la estación de Lille. La SNCF solicitó más de 20.000 euros en concepto de daños y perjuicios, una cifra provisional a la espera de la indemnización total que puedan solicitar los viajeros. Los bomberos, que habían movilizado a 17 personas, y la Región de Altos de Francia, que financia el TER, reclamaron respectivamente 2.700 y 2.500 euros por daños y perjuicios. La fiscalía también anuló la suspensión de dos sentencias pronunciadas anteriormente contra el hombre por un total de 18 meses de prisión.