El secretario general de Naciones Unidas anunció en un informe hecho público el jueves 10 de agosto que la misión de la ONU (Monusco) en la República Democrática del Congo entraba «en su fase final» a pesar de una situación «en fuerte deterioro».

En este documento de 15 páginas dirigido al Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario general Antonio Guterres elabora un desastroso balance de la situación humanitaria y política del país y al mismo tiempo esboza un plan para la «retirada acelerada y responsable» de Monusco, después de casi 25 años de presencia continua.

Su evaluación de los últimos 12 meses es inequívoca: «las tensiones regionales se han intensificado aún más», «la situación humanitaria se ha deteriorado considerablemente», «cientos de miles de civiles han sido desplazados por la fuerza» y «el número de ‘actos de violencia sexual’ contra niños «se duplicó con creces entre 2021 y 2022″. Dans l’est du pays, dans les deux provinces les plus affectées par les violences, «28% de la population du Nord-Kivu et 39% de la population de l’Ituri est déplacée» – soit environ quatre millions de personnes – poursuit el informe.

En el centro de estos conflictos: el resurgimiento de la rebelión del M23 (Movimiento 23 de Marzo) que “ha tomado grandes extensiones” de territorio y donde los rebeldes han “establecido administraciones paralelas” y están realizando “detenciones arbitrarias y ejecuciones extrajudiciales”.

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El informe del secretario general, en cambio, no menciona la presencia de tropas del ejército ruandés junto al M23 en suelo congoleño, contrariamente a los últimos informes del grupo de expertos de la ONU para la RDC. Estos informes han llevado a muchos países, incluidos los de la Unión Europea, a condenar a Ruanda por su participación en este conflicto.

En 2023, Ruanda es el tercer país que aporta tropas a las misiones de las Naciones Unidas. Monusco “sigue siendo uno de los blancos del descontento y la frustración de las poblaciones que la acusan de ser pasiva”, especifica el secretario general. Tierra de tensión y discurso populista en la RDC, la partida definitiva de la misión de la ONU ha estado en el centro de los debates sobre el futuro del país durante varios años.

De acuerdo con los deseos expresados ​​por el Gobierno congoleño, la ONU reafirma en este informe su deseo de garantizar «una retirada acelerada y responsable de la misión», pero advierte que una salida prematura «tendría consecuencias para los civiles que dependen de la misión». para garantizar su protección.

En septiembre de 2022, de visita en Nueva York para la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente congoleño Félix Tshisekedi declaró en una entrevista con France 24 que más allá de las elecciones presidenciales de diciembre de 2023 -en las que es candidato a su propia reelección- «Creo que ya no será razón para que Monusco se quede”.