Los profesionales de la salud, en particular los ópticos, son los más afectados por las repercusiones de los recientes ciberataques dirigidos a operadores de pagos externos. La semana pasada, Viamedis y Almerys se vieron obligadas a detener temporalmente sus actividades tras la filtración de datos, lo que provocó una reacción en cadena. Para los ópticos, es imposible transmitir los expedientes de sus clientes y, por tanto, garantizar el pago a terceros. Con por tanto la obligación por parte del cliente de adelantar los costes.

“El flujo de caja está bajo presión”, señala Angélique Subery, óptica de Atol en la región de Rennes. “Dejamos de lado los marcos de los clientes a la espera de que se aclare la cosa”, añade el profesional. La misma observación en las tiendas Óptica 2000, «con expedientes que se guardan» y «ópticas a las que no se les puede facturar», lamenta Benoît Jaubert, director general del grupo. Si asegura «que no hay preocupación en este momento», «se mantiene muy atento» a la evolución de la situación.

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Por parte del cliente, estas decepciones «frenan sus esfuerzos de compra», observa Angélique Subery. “Muchos franceses dependen del pago de terceros para acceder a sus equipos”, subraya, por su parte, Hugues Verdier-Davioud, presidente de la Federación Nacional de Ópticos de Francia (FNOF). En total, más de 33 millones de asegurados se ven afectados por estos ciberataques, según la Comisión Nacional de Tecnologías de la Información y las Libertades (Cnil). Para evitar el cese de su actividad, algunos ópticos ofrecen el pago aplazado, “pero no todo el mundo puede permitírselo”, explica Hugues Verdier-Daviud.

Para Benoît Jaubert, director general de Óptica 2000, cuando la situación vuelva a la normalidad, se espera una “llamada de aire”. Si Almerys no ofrece ninguna novedad en su sitio, Viamedis lo reabrió este lunes a las 13.00 horas. El grupo asegura que su plataforma “será accesible desde el martes 13 de febrero al sábado 17 de febrero de 9 a 18 horas” y que “el servicio de gestión de pagos de terceros ya está restablecido”. «La recuperación de pagos está en progreso y puede tardar algunos días en llegar a su cuenta bancaria», dice la compañía.

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Según la CNIL, los datos robados durante los ciberataques a Viamedis y Almerys son los siguientes: “estado civil, fecha de nacimiento y número de seguridad social, nombre de la aseguradora sanitaria así como las garantías del contrato suscrito”. Tantos elementos que permiten a los piratas informáticos usurpar la identidad de los asegurados. La fiscalía de París también ha abierto una investigación preliminar, que teme «una de las filtraciones de datos más masivas observadas en Francia».

A los profesionales de la salud, este episodio debería permitir “hacer las preguntas adecuadas” y cuestionar el intercambio de datos de los clientes, indica Benoît Jaubert. Hugues Verdier-Davioud, de la FNOF, lucha desde hace varios meses por la creación de un “sistema de trazabilidad blockchain que permita rastrear el producto solicitado por el óptico y saber si efectivamente es el producto fabricado por el vidriero y facturado al cliente. “Es neutral, independiente y protege los datos sanitarios”, asegura, lamentando la negativa de las plataformas sanitarias complementarias.

Los ópticos no son los únicos que piden un nuevo sistema de transmisión de datos, al igual que los profesionales de la audición. Brice Jantzem, presidente del sindicato de profesionales, observa una situación «bastante parecida a la que ocurre en la óptica». “Un sistema universal sería más sencillo que multiplicar los actores. Por un lado tenemos los fondos de la Seguridad Social y por el otro hay muchos sistemas que se están acumulando”, señala. Una situación compleja para los pacientes, que muchas veces se encuentran atrapados en los vericuetos de la administración.